La israelí Netta devolvió ayer el espectáculo a Eurovisión y se alzó con la victoria con la propuesta más alocada de la noche, «Toy», tema con el que llenó Lisboa de cacareos, referencias a la cultura pop y una atrevida puesta en escena.
Con 529 puntos, Israel consiguió su cuarta victoria en el festival -ya ganó en 1978, 1979 y 1998- con una apuesta extravagante, en una gala en la que la sencilla propuesta de los españoles Amaia y Alfred no consiguió pasar de la vigésimo tercera posición.