Con un total de 130 plazas este proyecto de conciliación familiar y laboral crea un espacio en el
que los más pequeños de la casa disfrutan en compañía de otros niños y niñas realizando
diferentes actividades
La delegada municipal de Educación, María José Batista, se ha
desplazado hasta las instalaciones del CEIP José de la Vega para visitar
la Escuela de Verano ‘Cuaderno Amarillo’ que allí se está celebrando y
que cumple su séptima edición. Estas clases dieron comienzo el pasado
23 de junio y se desarrollarán hasta el 31 de julio. Los menores que están
tomando parte disfrutan de juegos deportivos, teatro, baile, manualidades,
juegos de agua, un huerto, ciencia creativa y mucha diversión.
Con un total de 130 plazas este proyecto de conciliación familiar y laboral
crea un espacio en el que los más pequeños de la casa disfrutan en
compañía de otros niños y niñas realizando actividades artísticas,
deportivas, medioambientales y de hábitos saludables de forma activa.
Este año se han incluido como novedad los talleres de investigación y
cuidado del litoral y de concienciación social.
La escuela cuenta con un equipo de profesionales del área de la
educación que atienden cada día a los niños y niñas de 9:00 a 14:00
horas pudiendo además aquellos que lo necesitan ampliar en horario de
Aula Matinal (7:30 a 9:00 horas) y de Comedor Escolar (14:00 a 15:15
horas). Cuaderno Amarillo empresa chiclanera gestiona en la actualidad
diferentes proyectos en el ámbito educativo en la provincia de Cádiz,
Huelva, Sevilla, Córdoba y Málaga. Apostando por la innovación y
formación educativa tanto para alumnos como para los docentes.
“Me ha dado mucha alegría ver cómo en este colegio donde yo estudié
son muy felices los niños, gracias al buen trabajo de Cuaderno Amarillo y
su gerente Rafael López”, ha expresado María José Batista, quien ha
recalcado que “el otro día una mujer me dijo que traía todos los años a su
hija, a pesar de que no lo necesitaba porque ella no trabaja. Pero, traía a
la niña porque se lo pasaba muy bien y realizaba muchas actividades”.
“La escuela cuenta con numerosos talleres y este año, con la escasez de
agua, se ha reducido las actividades acuáticas, lo cual es muy importante,
porque todos debemos cuidar nuestro entorno”, ha incidido.
Por su parte, Rafael López ha destacado que “ya es el séptimo año que
ponemos en marcha esta escuela de verano, que se tuvo que parar
durante la pandemia. Pero volvimos con más fuerzas y las plazas están
prácticamente agotadas, porque permite la conciliación laboral y familiar”.
“Tenemos todo tipo de actividades, aunque este año nos hemos centrado
en la concienciación medioambiental. Además, en colaboración con
Cáritas, vamos a hacer una recogida de leche y concienciar a los niños en
esta labor social”, ha recalcado.