Un autobús urbano se ha estrellado contra el Gallo Azul este viernes. El suceso ha ocurrido a primera hora de la tarde y afortunadamente no hay que lamentar daños personales. La reducida velocidad a la que iba el vehículo ha permitido que los clientes del restaurante se levantaran con tiempo de la terraza, por lo que los daños han sido sólo materiales.
Cabe destacar que el autobús no tenía conductor, puesto que el trabajador del servicio de transporte urbano lo había dejado parado en Esteve, por lo que se sospecha, en un principio, que ha podido fallar algo mecánico. Todo el suceso se investigará ahora.
Se trata de un autobús Volvo -el número 103- y no es de la marca Otokar, que tantos problemas dio en su día. El conductor dejó el autobús en la plaza Esteve en una parada habitual pero, sin que se sepan todavía los motivos -el incidente está bajo investigación- comenzó a moverse y, con la pendiente, enfiló el Gallo Azul hasta impactar contra una de las columnas.
Rápidamente llegaron agentes de la Policía Nacional al tiempo que multitud de curiosos rodearon la zona subiendo a redes sociales fotos y vídeos del autocar empotrado en el emblemático edificio. La Policía Local también acudió al suceso, así como personal de Comujesa, que aseguraban que el autobús tenía el freno de mano puesto e incluso uno de ellos pidió a un agente de la Policía Nacional que entrase con él en el autobús para que fuera testigo de que, efectivamente, tenía el freno de mano echado.
Poco después, un conductor sacó el autocar del Gallo Azul dando marcha atrás, regresó a la calle, probó los frenos y se llevó el autobús a la cochera.
