Sin Messi, que no jugó por lesión, emergió Ter Stegen. Una gigantesca actuación del meta alemán, coronada con dos penaltis detenidos en la decisiva tanda, metió al Barça en la final de la Supercopa (1-1, 2-3) tras un agónico partido que estuvo muy cerca de llevarse la Real Sociedad en la prórroga, pero en la que se encontró con la inspiración del arquero germano.
Salió la Real con las ideas claras y un planteamiento atrevido: presionó arriba al Barça y no le dejó elaborar su juego, casi encerrándole en su campo. Fruto de su dominio, Portu con un disparo algo desviado y Le Normand con un cabezazo rondaron el gol para los donostiarras.
Andaba perdido el Barça y Dembélé y Pedri salieron al rescate. El galo fue una pesadilla encarando constantemente desde la banda derecha y el canario se hizo dueño y señor del partido con su tremenda calidad. A falta de Messi, el jovencísimo jugador español se echó a las espaldas al Barça.
El paso de los minutos favoreció al Barça, que avisó con dos remates de Braithwaite, hasta que una jugada del danés hizo que Griezmann se internara en el área y centrara para que De Jong, de cabeza, marcara.
El paso por vestuarios le sentó bien a los de Alguacil, que no tardaron en empatar. Un centro desde la izquierda de Oyarzábal dio en la mano de De Jong, separada, y en la pena máxima el propio delantero donostiarra, siempre infalible desde los once metros, puso el empate.
El tanto revitalizó a la Real, pero pese a su dominio y su mejor juego, las llegadas fueron del Barça. La tuvo De Jong, pero cuando iba a fusilar a Remiro se anticipó Gorosabel, después Braithwaite de cabeza y finalmente Dembélé en un disparo que se perdió pegado al palo.
Sin goles, el partido se marchó a la prórroga con un carrusel de cambios que no cambió el signo del partido: más dominio de la Real, mejores llegadas del Barça. Zaldúa obligó a Ter Stegen a lucirse y Dembélé desaprovechó un tres contra dos con un chut demasiado flojo.
El tramo final fue de locura, con ocasiones clarísimas en ambos equipos. La tuvo Griezmann en una volea que blocó Remiro, y después dos arrancadas de Januzaj casi acaban en gol, una con un disparo apurado de Oyarzábal, otro en un remate del belga ante el que se lució Ter Stegen. Pero la más clara fue del propio Januzaj cuando la prórroga agonizaba, con una falta directa que se estrelló en el palo… previo roce de Ter Stegen, héroe del choque.
En los penaltis, el alemán se agigantó y le paró los dos primeros penaltis a Bautista y… al infalible Oyarzábal. Willian José estrelló el balón en el palo y pese a que Griezmann falló, Riqui Puig metió al Barça en la final.
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