Paterna de Rivera, en Cádiz, ha cerrado todos sus edificios públicos y pide a los vecinos que no salgan a la calle si no es necesario. El Ayuntamiento reacciona así a un brote registrado el pasado fin de semana que deja 13 positivos en una población pequeña.
No es un confinamiento, insisten en el Ayuntamiento, porque no tienen potestad para ello, sino tan sólo una recomendación para evitar que sigan creciendo los casos.
Está cerrado el ayuntamiento, la biblioteca, la piscina, el campo de fútbol y hasta el cementerio. Toman esa decisión porque tienen 13 casos positivos de coronavirus en una población de 5.500 vecinos.
El bando municipal también suspende mercadillos y venta ambulante, actividades en centros municipales y ruega a los vecinos que no salgan a la calle si no es estrictamente necesario.
Andrés Díaz, alcalde de Paterna de Rivera, insiste que «no es un confinamiento, hay que dejarlo claro». En las calles hay actividad pero también complicidad con el ayuntamiento.
Paterna registró su primer caso en abril pero apenas ha tenido infectados hasta el pasado fin de semana, cuando de pronto dieron positivo ocho personas. Con este cierre Paterna espera que la cosa no vaya a mayores.








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