Pekín aumentó hoy el nivel de respuesta a emergencias por la COVID-19 en un intento de frenar la propagación masiva del nuevo brote de coronavirus detectado el pasado jueves en el principal mercado de la ciudad y que ha dejado ya más de un centenar de positivos, informaron las autoridades municipales.
La subsecretaria general del gobierno municipal pequinés, Chen Bei, anunció en rueda de prensa que desde este martes la ciudad pasa del tercer al segundo nivel de emergencia, con lo que, entre otras medidas, las comunidades de vecinos volverán a comprobar la identidad y el estado de salud de los residentes y a tomarles la temperatura.
Asimismo, se suspenden todas las clases presenciales en educación primaria, secundaria y superior, y se aconseja a los residentes trabajar desde el domicilio, mientras que las comunidades en áreas de riesgo «alto» -por ejemplo, con casos confirmados- quedarán selladas y no se permitirá que nadie salga de ellas.
También se cerrarán los mercados subterráneos, mientras que bibliotecas, museos y parques abrirán durante un tiempo limitado y con un aforo no superior al 30 % de su capacidad.
Se suspenden asimismo los vuelos interprovinciales y quedan prohibidos los viajes en grupo transprovinciales, anunció Chen, quien explicó que «la situación en Pekín sigue siendo grave».
La funcionaria añadió que las personas que residen en áreas en riesgo «medio-alto» y el personal relacionado con el mercado mayorista de Xinfadi, donde se originó este brote, tienen prohibido abandonar Pekín por el momento.
Aquellos que quieran salir de la ciudad deberán presentar una prueba de coronavirus negativa en la semana previa a su partida, agregó Chen.
Según el Gobierno municipal, el virus fue causado o bien por una transmisión entre humanos o bien por una «contaminación ambiental».
Por último, la funcionaria aseguró que las nuevas medidas no implican que se detenga el trabajo o la producción, aunque aconsejó a los residentes que trabajen desde casa e incidió en que deben usar siempre mascarillas en lugares cerrados.
Las autoridades, que ayer se declararon «en guerra» contra este nuevo brote, informaron hoy de 27 nuevos casos en la ciudad el lunes, con lo que suman hasta ahora 106 positivos, una situación que el Gobierno municipal calificó de «extremadamente preocupante».
La vuelta a la normalidad después de que la ciudad bajase el nivel de emergencia a principios de junio queda pues en suspenso, y la prioridad de las autoridades ahora es impedir que el virus se extienda o que llegue a otras ciudades.
Por otra parte, continúan las pruebas de ácido nucleico para todos aquellos que hayan tenido contacto con casos confirmados o que hayan visitado el mercado de Xinfadi, el principal de la metrópolis, cerrado desde el pasado sábado.
Además de las pruebas y las medidas de control y prevención, la ciudad ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el patógeno.
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