El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha provocado un notable malestar en todos los partidos por haber aprobado y puesto en marcha las nuevas restricciones al estado de alarma y las medidas económicas sin informar a ninguno de ellos, a pesar de que necesitará sus votos en el Congreso para convalidar los decretos antes de 30 días. Hasta el punto de que el PNV asegura que no apoyará el decreto que aumenta las restricciones del estado de alarma y que «no dará cobertura a los errores del Gobierno» y advierte que su confianza en Sánchez «ha quedado resentida».
Varios de los portavoces aseguran que Sánchez solicita un cheque un blanco bajo la amenaza y chantaje de no desestabilizar al Gobierno en un momento especialmente delicado.
La pasada semana Sánchez pudo convalidar los decretos de alarma y de medidas económicas gracias a los votos de PP, Vox, Ciudadanos y PNV, pese a la posición crítica de casi todos. Ahora, el Gobierno tendrá que someter a votación medidas como la limitación de los despidos que algunos de estos partidos no comparten, sin que nadie desde el Ejecutivo les hubiera llamado, al menos hasta la tarde del lunes, cuando los decretos ya están en vigor. Las normas están en vigor, pero deben ser ratificadas en el pleno antes de 30 días