Los servicios de ayuda a domicilio y de atención a personas sin hogar en centros municipales han reforzado sus protocolos de actuación para limitar los riesgos de contagio del Covid-19 (coronavirus) en su desarrollo habitual.
En concreto, las plantillas de las empresas concesionarias de los servicios de ayuda a domicilio reducirán el contacto con el usuario intentando mantener cuando sea posible una distancia aproximada de dos metros con él, y durante los trabajos encomendados en el marco de la prestación del servicio utilizarán equipos de protección individual consistentes en mascarilla, guantes de protección y bata desechable. Una vez retirados los equipos de protección individual, se depositarán en una bolsa de plástico que se cerrará y dejará en el domicilio del usuario.
El servicio de comida a domicilio, por su parte, tendrá en cuenta si alguno de los usuarios está aquejado por coronavirus y, en ese caso, valorará si dispone o no de redes familiares para determinar si debe continuar prestándose el servicio en ese caso. En el caso de que así fuera, se notificará a tanto a la persona encargada de servir como al Comité de Prevención, por escrito, de que la persona que va a ser atendida está en aislamiento o es positivo por Covid-19. El servicio se prestará con personal auxiliar voluntario formado previamente al que se le entregará por escrito las instrucciones y medidas de protección individual y los equipos de protección individual indicados para prevención de contagio por Covid-19: doble guante, gafas, mascarillas tipo 2 , bata desechable, o en todo caso bata de uso individual para ese domicilio, procediendo a su lavado diario dentro del domicilio.
Si se diera el caso de que un porcentaje amplio de la plantilla del servicio quedara en cuarentena o diera positivo por coronavirus, se priorizaría la atención a las personas más vulnerables de las que reciben el servicio.
A la plantilla se le ha instado a lavarse las manos con abundante agua y jabón durante 20 segundos, antes y después de entrar a cada domicilio, mantener un metro de distancia con el usuario y evitar cualquier tipo de contacto, usar mascarillas, evitar tocarse los ojos, boca y nariz, y lavar el uniforme y ropa utilizada en el servicio de reparto una vez terminado el itinerario. El reparto de la comida se realizará los lunes para que los beneficiarios tengan provisiones para toda la semana.
Asistencia a personas sin hogar
En lo referente a los criterios de asistencia a personas sin hogar en recursos de atención y alojamiento, se ha editado un protocolo en el que se recomienda que la atención al usuario se haga a un metro de distancia mínimo, que el personal se lave las manos continuamente, y que se utilice lejía para la limpieza en baños, mobiliario, zonas comunes, salas de televisión, etc.
Además, los usuarios de centros con pensión alimenticia completa deben hacer obligatoriamente en los mismos el desayuno, almuerzo, merienda y cena. Y se intensificará el seguimiento por parte de los distintos equipos de aquellos usuarios que por motivos de salud sean más vulnerables. Asimismo, se propone un incremento de la supervisión de los profesionales respecto al estado de higiene de los usuarios, así como de aquellos que presenten problemas de salud relacionados con patologías respiratorias con el fin de discriminar el tipo de enfermedad que se presenta.
Si existe sospecha de que algún usuario pueda tener coronavirus por presentar signos como tos reiterada, fiebre y otros síntomas, se solicitará una valoración de los servicios sanitarios al tiempo que se le ubicará en un lugar del centro en el que evite el contacto con otros usuarios. Es el procedimiento habitual en personas en las que existe sospecha de tuberculosis.
En definitiva, se trata de aplicar los procedimientos que se suelen realizar habitualmente con usuarios que presentan procesos de agudización de patologías respiratorias y de incrementar las actuaciones relacionadas con los hábitos básicos de higiene y cuidados personales en relación al aseo y similares.
Si se produce el traslado al hospital, el protocolo recoge que es fundamental hacer un seguimiento de su evolución y contar con toda la información posible para clarificar los escenarios que se pueden desarrollar. Una vez conocido el diagnóstico, si es negativo, se seguirán las pautas que se desarrollan cotidianamente. En el caso de que sea positivo, se solicitará a los correspondientes servicios sanitarios las indicaciones para proceder en consecuencia.
El protocolo considera que es «muy importante que, en la medida de lo posible, se tengan registrados los movimientos de los usuarios a través de los centros, con el fin de garantizar el conocimiento de los movimientos de los usuarios». Como medidas preventivas, se va a proceder a suspender el acceso a los centros, de los voluntarios sociales si los hubiere y de cualquier persona ajena al personal de los centros, y las actividades grupales de los usuarios fuera del centro, tales como salidas de ocio y similares. Por último, se incrementará las medidas de higiene en zonas como aseos, comedores y salas de reunión.
En lo referente a la asistencia a personas sin hogar en vía pública, se refiere que si la persona presenta un cuadro similar al de gripe, se solicitará plaza en los recursos de la red de acogida para que pueda recibir la atención social y sanitaria adecuada en la zona de aislamiento que se articule. En caso de que se niegue a acudir a uno de los centros, se puede solicitar la intervención de los servicios de emergencia sanitaria para que valoren el aviso a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o a la Policía Local.
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