Los Guardianes de la Revolución iraní informaron de que el ataque con misiles de su fuerza aérea contra la base militar Ain al Asad, situada en el oeste de Irak y donde están desplegadas tropas estadounidenses, es un primer paso de la «dura venganza» por el asesinato de su comandante, Qasem Soleimaní.
«Al Gran Satán, el régimen cruel y arrogante de EEUU, advertimos de que cualquier otra maldad o violación u otras medidas se enfrentará a una respuesta más dolorosa y aplastante», aseguró el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución en un comunicado colgado en su pagina web.
Según un comunicado del Pentágono, las bases estadounidenses estaban en alerta máxima y hacía días que estaban avisados y protegidos en previsión de posibles ataques.Fuentes de la zona aseguran que habría víctimas iraquíes pero no se precisa si heridos o muertos.
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