La Policía Nacional detuvo en la madrugada del 30 de diciembre a tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, como presuntos autores de la paliza a un ciudadano de origen chino en el barrio de San José en Zaragoza.
Según el denunciante, de 44 años, sus agresores habían estado en el mismo salón de juegos que él y sabían que había ganado un importante premio en las tragaperras, por lo que lo siguieron hasta el portal de su casa para arrebatarle los 7.000 euros que llevaba y un teléfono móvil de alta gama valorado en 900 euros.
Según explicó la víctima en comisaría, uno de los arrestados llevaba el rostro cubierto con una media cuando lo abordó por la espalda y le apretó fuerte el cuello con el brazo. Una vez inmovilizado, los otros dos comenzaron a darle puñetazos y golpes en la cara y el resto del cuerpo, haciéndole caer hasta dos veces al suelo.
Afortunadamente, un vecino del barrio que acababa de salir a la calle presenció la agresión y trató de ponerle fin. De hecho, al verlo llegar, los tres agresores se dieron enseguida a la fuga.
Como la víctima no hablaba bien español, pidió a la policía, que había sido llamada por el vecino, que le llevaran a casa con su hijo, quien podía hacer de traductor.
Cuando después de declarar se dirigía al hospital para ser asistido se cruzó de nuevo en la calle con sus atacantes. Convencido de que eran ellos y sabedor de que la Policía estaba todavía en el salón de juegos recabando información, padre e hijo fueron allí para decirles que acababan de ver a las personas a las que buscaban. Ello permitió detener a los tres jóvenes por un presunto delito de robo con violencia.
La Policía estuvo hablando con una empleada del salón de apuestas y les confirmó que estos jóvenes eran clientes y solían provocar bastantes problemas. Ahora, los investigadores van a revisar las grabaciones de aquella tarde para confirmar si estuvieron o no allí porque, en su declaración, los detenidos negaron los hechos.
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