La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) ha reivindicado este martes, tras recoger el Premio Cervantes, la poesía del Quijote, cuya locura considera «frenesí poético». Así lo ha señalado conmovida durante su discurso, en una ceremonia presidida por los reyes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), donde ha recibido el galardón de manos de Felipe VI. Allí, la escritora ha confirmado su «devoción cervantina».
En su defensa de la poesía en el personaje de Cervantes, ha destacado que «muchas veces, lo que llamamos locura del Quijote podría ser visto como irrupción de un frenesí poético, no subrayado como tal por Cervantes, un novelista que tuvo a la poesía por su principal respeto». Crítica, ensayista y traductora, la galardonada pertenece a la generación dorada de la literatura uruguaya de los años 40.
La poeta, de 95 años, ha recordado cómo llegó a la obra de Cervantes en su Montevideo natal y se ha declarado agradecida y emocionada por recibir este premio que, en su opinión, le ha llegado tarde. También sus lecturas del Quijote, «con excepción de la determinada por los programas del liceo», fueron «libres y tardías», ha rememorado. En realidad, según ha confesado, supo de don Quijote «por una gran pileta que, sin duda regalo de España, lucía en el primer patio de mi escuela. Allí nos amontonábamos en el recreo en busca de agua».
Pero lo suyo se convirtió en una «devoción total» cuando intimó «con aquella pareja española tan tiernamente compatible entre sí». Como una «lectora inocente y deseosa de amistades literarias a su alcance», descubrió que Quijote y Sancho hablaban de «otra manera»: «Me integraba a un mundo en el que, sola, me sentía acompañada, capaz de manejarme en él como si fuese el mío propio», ha recalcado Vitale, para la que, a la alegría de este galardón, se une el poder agradecerlo en español.
Referente para poetas de todas las generaciones y quinta mujer en recibir el Cervantes (máximo galardón de las letras en español, dotado con 125.000 euros), Ida Vitale ha acudido acompañada de su hija Amparo y sus dos nietas, Emilia y Nuria. A su llegada, ha querido dedicar unas palabras a su marido, Enrique Fierro, fallecido hace tres años, a quien echa de menos: «Sin él no habría hecho muchas de las cosas que he hecho, es el que me empujaba y me animaba».
Felipe VI y doña Letizia han presidido la entrega, en la que el rey ha pronunciado un discurso donde repasa la biografía y trayectoria de la galardonada, autora de Luz de esta memoria (1949). De ella dice que sabe, como también Cervantes en su época, que la lengua española es tan propia de América como de España. «Todos los hispanohablantes somos corresponsables de la cultura que en ella se expresa, una cultura que es manifestación de unidad en la universidad», ha declarado Felipe VI.
Recordó que Vitale tuvo que exiliarse a México («nación siempre solidaria») y ha calificado su obra de «exacta y mágica». Además, ha homenajeado al escritor Rafael Sánchez Ferlosio, que falleció el 1 de abril, y ha recordado a las víctimas de los atentados de Sri Lanka.
Al acto han acudido personalidades como la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; el ministro de Cultura, José Guirao; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; las escritoras y académicas Clara Janés y Soledad Puértolas; así como la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo
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