Agentes de Policía Nacional han detenido en Jerez de la Frontera (Cádiz) a un hombre de 58 años de edad como presunto autor de un delito de falsedad documental y estafa. El detenido falsificó un pagarés y lo ingresó en la cuenta bancaria de una empresa de la que el era uno de los administradores. La cantidad estafada asciende a 232.846€ que finalmente ha sido recuperada.
La investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que en una de las cuentas bancarias de una empresa se había realizado una transacción de una cantidad de dinero a otra que ascendía a más de 232.000€ sin que fuera autorizada por el administrador.
Los agentes averiguaron que aparte de la relación comercial que había entre estas empresas del sector, los administradores tenían una relación de parentesco, por lo que en una de ellas era habitual que hubiera talonarios de pago en blanco, todo ello por la estrecha confianza que había entre los administradores.
En el mes de marzo, los investigadores comprobaron que en una sucursal bancaria de la localidad de Madrid un cliente no habitual ingreso un pagares en la cuenta de la empresa de la que el era uno de los administradores, sin que el trabajador del banco pudiera apreciar ninguna incidencia y una vez comprobada la documentación, se autorizó el tramite a otra cuenta bancaria de la localidad de Sevilla. Continuando con las pesquisas unas semanas antes de la transacción del pagares, los administradores de la empresa que recibieron el dinero habían cambiado, por lo que las investigaciones se centraron en ellos.
Estudio y análisis de la firma del pagarés
Los investigadores realizaron un estudio y análisis de la firma del pagaré (dubitada) y con la verdadera del administrador (indubitada) y certificaron que se había intentado copiar la firma original, apreciándose claramente que no era la misma, por lo que no había sido realizada por la misma persona, había sido falsificada.
Los agentes comprobaron que la otra firma que encontraba en el pagares correspondencia al DNI de una persona que vivía cercana a la sucursal donde se ingreso el dinero y a la vez coincidía que era uno de los administradores recientes de la empresa.
Del mismo modo averiguaron que en el reverso del pagarés se podía observar que de forma manuscrita estaba el nombre de la empresa que cobro el dinero y a continuación dos firmas: una del emisor del cheque (falsificada) y otra del que recibe el dinero, que finalmente coincide con el nuevo administrador. La trasferencia del pagares pudo ser devuelta a la empresa, por lo que se recuperó todo el dinero.
La investigación ha sido desarrollada por los integrantes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada de Policía Judicial de