Una final en el Nuevo Mirandilla. El equipo amarillo recibía a un Elche virtualmente salvado al que tuvieron que hacer frente con un alto ritmo desde el comienzo, demostrando la importancia de sumar una victoria amarilla. Con todo tipo de intentos, la victoria se hizo de rogar, ya que no fue hasta el 80’ cuando Álvaro Negredo abrió la lata. Sobrino y Lozano completaron una goleada que desató la euforia en la ‘Tacita de Plata’.
Los cadistas, en su condición de demostrar ser los que más necesitaban la victoria, fueron los que más protagonismo tuvieron sobre el área contraria desde el pitido inicial. Desde el comienzo, los cadistas no dudaron en tomar la responsabilidad de mover la pelota de banda a banda buscando el hueco por el que generar peligro. El Elche también tenía sus ocasiones, pero fueron en jugadas aisladas.
Rozando el minuto 20 llegaría la jugada más peligrosa de los cadistas, cuando Negredo y Alejo llevaban a cabo una gran triangulación en banda derecha y el centro, que llegaba a Idrissi en el segundo palo, era enviado a córner por el guardameta visitante, Edgar Badía. Dio paso esta jugada a un aumento de las llegadas cadistas hasta que en el minuto 38 respondía con seriedad el conjunto de Francisco. Un disparo lejano y raso de Gumbau se marchaba a córner tras despejarlo Conan con la punta de los dedos.
Con algún que otro acercamiento del equipo que dirige Sergio González se llegaba al final de la primera mitad, reanudándose el encuentro con un Cádiz mucho más mordiente, que llegó a disponer de diversas ocasiones antes de llegarse a la hora de partido. Un remate de Iván Alejo y un tiro lejano de Álex fueron las ocasiones más peligrosas de los amarillos en este tramo del encuentro.
En un control total del partido por parte de los cadistas, seguían sucediéndose las ocasiones en las inmediaciones de la portería que defendía a las mil maravillas Edgar Badía. No sería hasta el minuto ochenta cuando los cadistas encontraban el premio al elevarse Álvaro Negredo en el área y rematar un centro desde la izquierda al fondo de la red. La llegó a tocar Badía, pero no fue suficiente para evitar que el cuero entraba.
Desatada la alegría en el coliseo gaditano, dos minutos después llegaría la locura. Un despeje de Álex Fernández iba a quedarse cerca de la frontal, llegando con fe Rubén Sobrino para superar a Badía y rematar a placer, poniendo el dos a cero en el videomarcador. Seguiría el equipo cadista atacando y encontraría otro gol el ‘Choco’ Lozano ya en el tiempo de descuento para cerrar la goleada, el partido y atar tres puntos de gran valor.
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