Uso preferente de la mascarilla por todos para reducir la transmisión de la covid-19 esta Semana Santa. Salud recomienda mantener la mascarilla en la calle en lugares concurridos cercanos a las salidas del transporte público o en zonas con aglomeraciones. No hay que olvidar la distancia interpersonal y el lavado de manos.
Para los costaleros y cargadores se les recomienda no acudir a la procesión si tienen síntomas compatibles con covid o han estado en contacto estrecho con un positivo en las ultimas 48 horas. Se aconseja un test autodiagnóstico previo al inicio de la salida oficial, el uso de mascarilla y en el caso de los portadores también de guantes así como la desinfección de los palos del paso o del trono antes y después del desfile.
Para los integrantes de las bandas de música el uso de la mascarilla si el instrumento lo permite, guardar distancia de seguridad entre los músicos de instrumentos de viento con el público y mantener la distancia en la formación.
Al resto de los participantes en la procesión se les aconseja la mascarilla cuando no se porte antifaz y que procuren mantener la mayor distancia posible. El público general debe usar la mascarilla, preferentemente quirúrgica frente a la higiénica y usar la de tipo FFP2 durante las aglomeraciones si son mayores de 60 años o vulnerables.
Aquellos que tengan síntomas leves compatibles con covid deben usar mascarilla en todos los ámbitos del tipo FFP2 y evitar las aglomeraciones y el contacto con personas vulnerables.
SEMANA SANTA «NORMAL»
El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, ha dicho en rueda de prensa que se va a poder disfrutar de una Semana Santa «normal» pero ha recordado que «el covid no se ha ido» y ha pedido a los ciudadanos que mantengan la guardia alta.
Ha explicado que la incidencia acumulada ha crecido de forma exponencial en los últimos días, con una tasa de 319 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que se pide mantener la mascarilla en exteriores con mucha afluencia de gente, y por supuesto en interiores.
Bendodo ha llamado a la responsabilidad ante las «fechas importantes» que se aproximan en primavera, como la Semana Santa, las ferias y otras celebraciones.