Supermercados, fabricantes de alimentos, hosteleros, partidos políticos y sindicatos han apremiado al Gobierno este miércoles a actuar cuanto antes para desactivar el paro de transportistas ante los problemas de abastecimiento que ya se empiezan a producir tras diez días de protestas.
Ante esta creciente presión, el Ejecutivo ha adelantado un día su reunión con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y está seguro de que se llegará a un acuerdo en su encuentro de mañana, jueves.
Sin embargo, la entidad que convoca el paro es la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte Nacional e Internacional, que agrupa a conductores autónomos y pymes, y éstos no están llamados a la mesa y no se sienten representados por el CNTC.
«No daremos por bueno ningún acuerdo que no sea tomado directamente con nosotros (…). Siguen sentándose a negociar con interlocutores que no consideramos válidos», ha advertido el presidente de la plataforma, Manuel Hernández, que hoy mismo ha convocado una manifestación a pie para el viernes, día 25, en Madrid con el objetivo de que el Ejecutivo «visualice a las miles de familias» afectadas.
De momento, empresas como la conservera Calvo, Azucarera, la galletera Cuétara o la cooperativa Dcoop (aceite y leche) han tenido que interrumpir sus procesos de fabricación e incluso han cerrado temporalmente sus plantas por la «falta de suministro», y firmas como Danone, Estrella Galicia o Heineken han advertido de que deberán hacerlo próximamente.
Además, los responsables de Pastas Gallo han subrayado que ya ven «riesgo real de desabastecimiento a corto plazo» de este producto si el paro persiste, y el grupo gallego Leite Río ha revelado que sus almacenes están cada vez más saturados al no poder enviar leche envasada a los puntos de venta.
«La situación es insostenible», ha destacado el director general de la patronal Aecoc -que agrupa a distribuidores y fabricantes-, José María Bonmatí, quien ha reclamado al Ejecutivo «una solución como sea» para acabar con un paro que sólo a los supermercados les supone pérdidas de 130 millones de euros al día, según los cálculos del sector.
La cadena agroalimentaria en su conjunto habla ya de un «problema de Estado» que ya genera más tensiones en su red que en los peores momentos de la pandemia, y ha alertado de que incluso si se desconvocan las movilizaciones se tardarán días en volver a la normalidad.
Respecto al encuentro de mañana que mantendrá el Gobierno con asociaciones de transportistas, Bonmatí ha lamentado que no se sienten a la mesa ni quienes están «pagando la factura» ni quienes convocan los paros.
De hecho, el presidente de la plataforma convocante ha defendido este miércoles en Facebook que los transportistas que mantienen las protestas están «muy cerca de conseguir sus objetivos».
QUEJAS SINDICALES Y EN EL CONGRESO
A las voces críticas con el Ejecutivo se ha sumado también hoy el secretario general de CCOO, Unai Sordo, quien ha considerado que el Gobierno debería haber actuado ya para tratar de detener el paro generado por los transportistas ante la subida de los precios de los carburantes.
«El Gobierno tiene que ser consciente de que una parte del descontento generado en algunos de los sectores más impactados por los precios de energéticos y de los hidrocarburos habría requerido de algún movimiento previo por parte del propio Gobierno», ha subrayado.
Los reproches se han sucedido igualmente en la sesión de control celebrada hoy en el Congreso de los Diputados, donde el PP ha instado al Ejecutivo a bajar los impuestos y dar ayudas directas al sector del transporte ante una situación «dramática», Vox ha acusado a los socialistas de no escuchar a la calle y Ciudadanos ha contrapuesto las medidas ya adoptadas por otros países europeos con la «inacción» de España.
Del lado del Gobierno, la ministra de Transportes Raquel Sánchez ha asegurado que «la mayoría» de los transportistas estaba trabajando hoy, y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha descartado que la solución a la subida de los precios de la energía pase por medidas como bajar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el IVA.
DESABASTECIMIENTO Y RIESGO PARA LOS EMPLEOS
La falta de acuerdo continúa y eso, sobre el terreno, se traduce en una paralización del tránsito de camiones que está afectando a todos los sectores productivos pero que preocupa en bienes esenciales, como los alimentos.
Desde las asociaciones que integran a la cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo han señalado que los paros son ya «un problema de Estado» y ven necesario darle una solución con la «máxima urgencia» porque «está poniendo en claro riesgo el abastecimiento de productos».
Han mantenido que el paro tiene ya un «gran impacto en toda» la cadena alimentaria, provocando «graves daños económicos, la paralización y el cierre de fábricas y poniendo en peligro más de 100.000 puestos de trabajo».
«Numerosas» empresas y cooperativas han tenido que cerrar temporalmente sus plantas ante la falta de suministro como Calvo, Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop, Agrosevilla o fábricas de pienso.
Uno de los sectores alimentarios más afectados es el lácteo, dado lo perecedero del producto.
La situación de la industria láctea española ha seguido empeorando y temen que se agrave en los próximos días si no se pone fin al conflicto, mientras los pedidos para la exportación están ya bloqueados.
La industria láctea de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-la Mancha, Región de Murcia y Andalucía es la que vive una peor situación con unos suministros de insumos bajo «mínimos» aunque están intentando mantener las recogidas de leche en las granjas.
El panorama es tal que la compañía de alimentación Danone ha advertido de que, en un plazo máximo de 24 horas, se verá abocada a interrumpir su actividad.
Por otro lado, este martes también la cervecera Heineken España ha avisado de que podrían quedarse sin servicio.
La empresa, que tiene varias marcas, como Cruzcampo, sostiene que si la situación se mantiene no podrá servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes.
Bastante más tranquila ha sido, sin embargo, la jornada este martes en las grandes plataformas de distribución como Mercamadrid; de hecho la actividad se ha desarrollado esta mañana al 90 % de lo habitual en un martes de marzo.
Sí se ha constatado en este gran mercado mayorista que hay cierta dificultad en la reexpedición de productos a otras zonas del país.
En el sector de la pesca, la flota española ha permanecido amarrada por segundo día en gran parte de los puertos españoles, en espera de que el Gobierno presente este miércoles «medidas urgentes» para paliar la crisis por el alza del gasóleo.
Los amarres son masivos en Andalucía y en el litoral Mediterráneo mientras que la situación es desigual en el Atlántico y en el Cantábrico noroeste, donde destaca el cese de actividad en Asturias.
Por otro lado, el abastecimiento es normal en las pescaderías tradicionales, pese a la situación, y se estima que las lonjas y los mercados centrales han recibido un 70 % de la cantidad normal de suministro de pescado.
Los productores y exportadores de frutas y hortalizas agrupados en la federación Fepex temen que el «impacto sea muy grave» en su actividad si no hay corredores seguros para el tránsito por carretera.
Por el momento, en la jornada de este martes, las asociaciones de Almería (Coexphal) y de Murcia (Proexport) han trasmitido que la actividad y salidas de mercancías han transcurrido con «normalidad».
La semana pasada hubo una reducción de los portes al exterior de en torno al 10 %, ya que el paro ha podido afectar a los envíos de entre 300 y 400 camiones de los 3.200 que normalmente a diario transportan frutas y hortalizas hacia otros países europeos.