En estas fechas de cuaresma no puede faltar un receta clásica en esta fechas. Son una de las recetas de postres más tradicionales en España, no pueden faltar en tu mesa. Esta es la receta que preparo en casa desde peque, tal y como me la enseñó mi madre. Con tan sólo una variación: el tipo de pan, pues en mi casa este era un postre de reciclaje y se reutilizaba el típico pan gallego de días anteriores. Las torrijas tradicionales en el centro de España se suelen preparar con un tipo de pan especial para torrijas, más esponjoso y grueso de lo habitual.
Yo me voy a centrar en la receta original y más tradicional, del dulce más típico en Semana Santa, un postre humilde que está basado en una rebanada de pan. La cual está empapada en leche, rebozada en huevo, frita en aceite de oliva virgen extra y aromatizada al gusto con almíbar o, en este caso, azúcar y canela.
Preparación de la leche infusionada
- El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre. En la preparación de la leche aromatizada tenemos un ingrediente que va a marcar la diferencia, también el precio pues no es barata, las vainas de vainilla.
- Para esta receta vamos a necesitar la vaina abierta entera, no es necesario añadir el interior, es decir las semillas, estas las podemos guardar para otro postre. Mi recomendación es que las congeléis en un papel de aluminio y vayáis utilizando poco a poco dependiendo de la receta, así podéis economizar este ingrediente.
- Para sacarle el mayor provecho, cortamos los extremos, la parte más ancha de la vaina con un cuchillo, la rajamos de un extremo al otro, abriéndola como un libro. Raspamos el interior con la hoja de un cuchillo (lo mejor es abrirla bien con los dedos y rasparla con la mitad de la hoja del cuchillo), así sacaremos las semillas que vamos a guardar.
- La vaina limpia es la que vamos a añadir a la leche, además una vez aromatizada la leche, la vamos a sacar y secar. La guardaremos para otras utilizaciones. Por ejemplo para aromatizar azúcar y hacer nuestro propio azúcar avainillado. Calentamos la leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la vaina de la vainilla, la piel del limón y por último la rama de canela.
Reposo de la leche infusionada
- Dejamos todo en reposo durante 5 minutos, es decir, infusionando la leche. La leche debe estar tibia o fría cuando la empleemos para empapar las torrijas. Reservamos.
- Un truquillo para que las torrijas no salgan empalagosas es no añadirle azúcar a la leche que hemos infusionado. Sino cuando preparemos el almíbar o con el azúcar y la canela que añadiremos al final.
Cómo hacer las torrijas caseras
- Escogemos un recipiente cómodo para ir mojando el pan elegido para las torrijas y lo llenamos con la leche infusionada y fría que tenemos reservada. Añadimos (paso opcional) el vino de Oporto que le va a dar el puntazo a este postre y batimos con un tenedor para mezclar bien los líquidos.
- Batimos los huevos hasta que espumen un poco y añadimos dos cucharadas de leche infusionada, volvemos a batir y colocamos en otro plato que sea cómodo para mojar las torrijas antes de freír. Ponemos una sartén con aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio. Mientras se calienta el aceite bañamos las rebanadas de pan en la leche infusionada.
- Le damos la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen y la pasamos por el huevo batido que ya tenemos preparado. De ahí directamente a la sartén con aceite bien caliente.
Fritura y presentación final de las torrijas de leche
- Freímos las torrijas por todos dos lados hasta que estén doradas. Nos ayudamos de un tenedor para ir dando la vuelta a la torrija. Retiramos a un plato con papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Llenamos un recipiente ancho con azúcar y canela en polvo. Unas dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 gramos de azúcar. Mezclamos bien con un tenedor. Rebozamos las torrijas en esa mezcla, que se impregnen bien de azúcar y canela.
- Dejamos enfriar y degustamos a temperatura ambiente o frías, simplemente deliciosas. Recordad que las torrijas están mejor de un día para otro. Como podéis ver en las fotos he dejado que sudaran. Así se recubren de una capita de almíbar dulce y suave que las hacen supremas. Vamos, de rechupete, no lo dudéis.
Consejos y recomendaciones para unas torrijas de rechupete
En Semana Santa las pastelerías de toda España se llenan de cientos de torrijas, leche frita, los crujientes pestiños con miel, buñuelos de viento rellenos de cosas más que ricas, los panquemados para desayunar, las filloas gallegas o los frixuelos asturianos, huevos de chocolate… podría seguir así otro párrafo más, todas ellas delicias dignas de los más larpeiros.
Entre todos ellos, la torrija de leche es mi postres preferido, una tostada suave con sabor intenso a leche, dulce y con un toque perfecto de canela, no se puede pedir más.
- Si os gusta esta receta no dejéis de visitar nuestro especial de postres y dulces de Semana Santa y Pascua, encontraréis un montón de ideas para hacer estos días.
- Muchos cocineros/as emplean aceite de girasol para esta receta pues evitan que se formen los típicos grumos a la hora de freír. Yo recomiendo aceite de oliva virgen extra. El sabor realza la torrija y le da un punto distinto, además de que queda una fritura perfecta.
- La leche debe estar a temperatura ambiente. Pues si está caliente cuando impregnemos el pan con la leche puede que nos quedemos con medio trozo de pan en la mano. Es quizás el punto más importante de esta receta, dejad que la leche entibie antes de bañar las rebanadas de pan, sino el fracaso está asegurado.
- El método de preparación depende del tipo de pan utilizado y la región. Las podéis encontrar bañadas en leche aromatizada como en esta receta. También con vino (con moscatel u otro tipo de vino dulce) al estilo andaluz están de lujo y las que preparan los donostiarras, con crema pastelera. No te pierdas nuestro recopilatorio con las mejores recetas de torrijas.
- Otra opción de presentación es pasar la torrija por un poco de azúcar glass. O bien hacer un pequeño almíbar con miel y agua o bien azúcar y agua. También por un caramelo ligero donde pasaremos la torrija vuelta y vuelta. Y luego directamente al plato.
- En mi caso empleé una sartén grande, pero si la que tienes es mediana o pequeña. No emplees mucho aceite, así la temperatura del aceite se mantendrá constante.