En el día de hoy no hay otro tema de conversación entre los conductores que los precios que están en las gasolinera Española, más el añadido dela huelga de transporte del próximo lunes. La escalada frenética de los carburantes no tiene visos de un pronto final. Tanto la gasolina como el gasóleo siguen batiendo récords prácticamente a diario y, según las previsiones, seguirá la misma tendencia en los próximos días.
Sin ir más lejos, este jueves el litro de gasóleo, el combustible de automoción más consumido en España, se vende ya por encima de los dos euros en más de 80 gasolineras del país, un cifra que en tan solo 24 horas se ha multiplicado por diez, según datos del Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica.
Los combustibles están sumergidos en esta tendencia alcista desde mayo del 2021, cuando el litro de sin plomo 95 costaba 1,074 euros y el de gasóleo 0,981 euros. Hoy, en cambio, se paga a 1,679 y 1,581 euros de media, respectivamente, según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea correspondientes a este jueves. En apenas un año, los precios se han incrementado más de un 50 %.
La guerra de Ucrania ha agravado la situación
Precisamente, el aumento de la demanda por la recuperación económica tras la pandemia disparó el precio del barril de petróleo y, lejos de compensarse, el conflicto entre Rusia y Ucrania no ha hecho más que agravar la situación. La pasada semana, el barril de petróleo Brent -de referencia en Europa- llegó a dispararse hasta los 138 dólares, alcanzando máximos desde el año 2008, por el temor a una reducción en el suministro, pues Rusia es el mayor exportador de crudo y productos petrolíferos a nivel mundial.
Sin embargo, en los últimos días el barril de Brent ha dado un pequeño respiro. Este miércoles, el crudo del mar del Norte para entrega en mayo bajaba hasta los 124,01 dólares, después de que Estados Unidos haya prohibido las importaciones de petróleo, gas natural y carbón desde Rusia. Esto contrasta con el precio que pagamos en las gasolineras que, como decíamos, no ha dejado de subir en las últimas semanas. ¿Cómo se explica?
“Efectivamente, una de las preguntas que todo el mundo se hace es por qué la gasolina está en máximos, si el precio del petróleo no. Pero en estos casos no se puede hacer una regla de tres porque hay muchos factores que influyen en el precio de los carburantes”, asegura Cardenal. Entre ellos, el tipo de cambio euro-dólar o la cotización en los mercados internacionales. Además, la experta insiste en que no se puede comparar los precios de ahora con los de hace una década, con el anterior máximo, porque desde entonces “ha habido aumentos de impuestos y de costes regulatorios”: ha subido el IVA del 18 al 21 %, el impuesto especial en dos ocasiones, los biocarburantes no tributaban…
“Al final son costes que existen sobre el precio de los carburantes y que, por tanto, no permiten hacer esa comparación directa. O sea, que hay muchos más factores que influyen además del precio internacional”, concluye la experta.
El sector vaticina un descenso del consumo
Desde el sector coinciden en que ven la situación “con muchísima preocupación” porque “se ha llegado a unos precios máximos históricos y además sin una perspectiva que nos permita ser optimistas por la invasión de Ucrania”. Así lo señala a RTVE.es el secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de la Comunidad Autónoma de Madrid (AEVECAR), Víctor García Nebreda, quien cree que “mientras siga la situación de riesgo e incertidumbre creada por la guerra, los mercados no se van a estabilizar y van a seguir siendo tremendamente especulativos”.
“Rusia es uno de los mayores productores de petróleo y es muy difícil que se pueda compensar la falta de oferta, sobre todo teniendo en cuenta que ya había un desfase entre oferta y demanda debido a la recuperación económica que se estaba produciendo de forma generalizada en todo el mundo”, añade el experto.
Ante este contexto, desde el sector vaticinan un descenso del consumo, que ya de por sí “se ha visto reducido de forma muy considerable”. “Siempre se ha dicho que la demanda de las gasolinas y los gasóleos era muy rígida, pero eso se rompe cuando los precios alcanzan un nivel en el que el consumidor ya no puede hacer frente al pago de los mismos”, alega García Nebreda. Y es que, “pese a ciertas opiniones”, el secretario general de AEVECAR destaca que las estaciones de servicio prefieren “precios baratos que permitan a la empresa mantener unos márgenes y que al consumidor le resulten suficientemente atractivos, con el fin de que no se resientan las ventas”.
Muchas estaciones de servicios, abocadas al cierre
Desde la CEEES comparten este diagnóstico. Según Rabadán, las estaciones de servicios han pasado a comprar el carburante más caro y los clientes están repostando menos, a pesar de que estas no trasladan toda la subida de precios al surtidor. De hecho, asegura que sus márgenes de beneficio, si los hay, se quedan en el 1 %. “Y de ahí hay que pagar la luz, que en una estación de servicio lo es todo; el personal, el transporte del carburante desde la refinería, los seguros… Con lo cual, estos precios tan altos nos destrozan”, lamenta.
Lo cierto es que la mayoría de estaciones de servicio en España pertenecen normalmente a una pyme o micropyme, en la mayoría de los casos de carácter familiar, que se mantienen trabajando en turnos rotatorios. “Si los precios siguen así, muchas estaciones de servicio no van a poder seguir comprando carburante y se van a ver abocadas a cerrar, algunas temporalmente y otras definitivamente”, advierte el director general.
Muchas de ellas, incluso, se encuentran en la España vaciada, lo que implica que se dejará sin servicio a un buen puñado de localidades. “Es como firmar el acta de defunción de toda una comarca”, añade Rabadán.
No obstante, quieren mandar “un mensaje de tranquilidad” y es que, según la AOP, España “tiene un suministro de crudo muy, muy diversificado”. “El año pasado Rusia solo supuso el 4,6 % de las importaciones de crudo a España y según los últimos datos de Cores, hemos traído 33 tipos de crudo de 19 países”, subraya Cardenal. “Eso hace que nuestra seguridad de suministro de crudo sea muy alta y que el suministro esté garantizado”, concluye.