El estado de alarma había sido pedido en las últimas horas por las comunidades autónomas del País Vasco, Cataluña, Cantabria, así como la mayoría de gobiernos regionales del PSOE. Por el contrario, ninguna de las autonomías gobernadas por el PP han solicitado esa medida.
La medida excepcional establecería también un toque de queda en toda España desde las 23.00h de la noche a las 06.00h, a excepción de Canarias. Las CC.AA. podrán retrasarlo o adelantarlo una hora. Sólo se podrá salir a la calle para adquirir medicamentos, cumplir las obligaciones laborales o cuidar a personas mayores o menores edad.
Además, las comunidades autónomas podrán levantar a partir del 9 de noviembre, en función de cómo evolucione su situación epidemiológica, el toque de queda nocturno. En concreto, el Ejecutivo ha explicado que esta obligación de aplicar un confinamiento nocturno se incluye en el decreto aprobado este domingo, cuya vigencia es de quince días, y que no requiere ser convalidado en el Congreso.
Sin embargo, el decreto que regulará la prórroga de seis meses del estado de alarma sí incluirá la posibilidad de que los gobiernos autonómicos desactiven el llamado toque de queda, si la situación epidemiológica en su territorio lo permite. Es decir, las comunidades podrán decidir a partir de entonces sobre este asunto.
Por otra parte la declaración del estado de alarma, que concede a los presidentes autonómicos ser la autoridad delegada en sus territorios, permitirá a las Comunidades Autónomas confinar total o parcialmente sus territorios. Asunto de especial interés ante la cercanía de varios puentes y la Navidad.
El decreto también blinda la posibilidad de que las CC.AA. limiten las reuniones a seis personas tanto en el ambito social como privado, algo ya adoptado en la mayoría de las regiones.
Tal y como ha remarcado Sánchez, los presidentes autonómicos serán las autoridades competentes mientras dure el estado de alarma, y además el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que reúne a Ministerio de Sanidad y a las consejerías territoriales, se encargarán de ir modulando las medidas según la evolución de la pandemia.
Con todo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparecerá cada quince días para informar a los grupos parlamentarios de cómo avanza el coronavirus en esta segunda ola.