La Archicofradía de la Palma presentó el diseño de la corona con la que será coronada canónicamente la venerada la imagen de María Santísima de las Penas, ideado por Manuel Valera, y en cuyo taller será ejecutada de cara al acontecimiento señalado.
Se trata de una corona imperial compuesta de canasto y resplandor, con la particularidad de no portar estrellas. El diseño ha sido concebido en estilo renacentista, con inclusión de elementos barrocos y neoclásicos, por lo que se puede encuadrar en una estética cercana a la corriente del regionalismo andaluz. Algunos de estos elementos ornamentales que completan la corona están inspirados en motivos decorativos propios de edificios religiosos de la ciudad de Cádiz así como de su paisaje urbano. La presea arranca con un canasto que parte de una base decorada con ornamentación de motivos animales y vegetales, y jarras con azucenas enmarcadas en conchas, entre las cuales surge como remate de la base una diadema de rosas rodeando todo el perímetro y una moldura con una filactelia en latín que reproduce un verso del Stabat Mater.
De ésta surge la fracción principal del canasto, articulado en seis paneles divididos por antorchas en llamas, inspiradas en las de la fachada de la catedral gaditana. Como motivo central del canasto aparece la representación de la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad, inspirada en el relieve del retablo central de la torre del sagrario de la iglesia de Santa Cruz. Seis imperiales con forma de delfines ornamentales sustentan el resplandor, que articulado a través de unas cartelas con pedrería, se encuentra profusamente decorado de volutas y hojarascas entre las que se enreda una rama de vid, elemento simbólico relativo al barrio de la Viña y a su vez cargado de connotación sacramental debido al carácter de la Hermandad.
A su vez como eje compositivo del resplandor se muestra la cruz coronada, inspirada en la de la custodia del millón de la catedral, la cual se erige sobre el pelícano sacramental portada por dos ángeles mancebos. Otros de los elementos característicos del resplandor son los famosos mascarones del edificio de la calle Antonio López, que alternados con broches de pedrería y cartelas con bustos femeninos de inspiración fenicia, articulan la ráfaga compuesta por rayos, rectos y flamígeros, y hojas de palma, en alusión a la Titular de la parroquia y devoción gloriosa de la Hermandad. La pieza ha sido ideada para ser realizada en metales nobles con acabado bicolor, combinando elementos dorados y plateados, así como pedrería en tonos azulados y perlas.
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