El presidente Javier Delgado del nuevo partido politico a nivel nacional GEDE (gestion y desarrollo), comenta sobre los resultado de las elecciones celebradas el pasado 12 de junio en Galicia y País Vasco es el mejor termómetro para calibrar la situación política del país y prever resultados en caso del hipotético adelanto de unas elecciones generales.
El actual gobierno surge de la alianza que PSOE y Podemos pactan, algo que tiempo atrás era totalmente imposible si nos atenemos a lo que decían las propias palabras del líder del PSOE, documentadas, grabadas y publicitadas hasta la saciedad, en la que frases como “El PSOE nunca pactará con Podemos porque es una izquierda que mira al centro“, eran dichas por Pedro Sánchez.
Ha quedado claro que esa estrategia no era válida para que Pedro Sánchez alcanzara el Poder y su sueño de estar en la Moncloa, por lo que, sin el más mínimo rubor, ha hecho todo lo contrario de lo que predicó una vez conseguido el voto, seguro del apoyo de su masa de acólitos que, cual equipo de futbol, anteponen sus siglas y colores ante cualquier hecho, por muy escandaloso que este sea, donde es notorio que el acuerdo de ambos partidos se basa exclusivamente en egoísmos y posicionamientos personales.
Pero el pueblo, el electorado tiene unos límites de aceptación que, si encima añadimos toda la trayectoria que han desarrollado desde que están en el poder ambos partidos, se plasma en la primera oportunidad que las urnas dan. Así, en las elecciones celebradas el pasado día 12 en Galicia y el País Vasco, el PSOE logra mantenerse, pues se entiende que un partido con más de 140 años de historia tiene mucho peso sentimental, quedando muy en segundo plano la gestión de sus dirigentes para gran parte de su electorado. Sin embargo Podemos, de 14 escaños que tenía en el Parlamente Gallego, se ha quedado sin representación parlamentaria, y en el País Vasco ha pasado de 11 a 6 escaños.
Este resultado es una demostración de que el pueblo medita cada vez más sobre la importancia que su voto tiene. Confiando en la honestidad y sentido común de todos aquellos que todavía votan a su “partido de toda la vida“, para que juzguen fríamente la gestión de las personas y no voten por colores o siglas, el adelanto de unas elecciones generales se plantea como única y necesaria vía para una difícil situación.
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