El CF Fuenlabrada enfrió el Carranza con un práctico partido en el que se llevaron los puntos con un gol de penalti anotado por Hugo Fraile de penalti en el inicio del segundo acto.
El partido no fue nada vistoso, sobre todo en su arranque, ya que el fuerte viento de levante deslucía el juego y obligada a los equipos a quitarse rápido la pelota de encima para rehuir triangulaciones y acciones combinativas con el objetivo de minimizar riesgos.
La primera acción de peligro llegó en el 12’ de partido con un cabezazo de Cala en el segundo palo que atajó sin problemas el meta visitante Féminas. Los minutos transcurrían y el partido seguía sin ofrecer acciones vistosas, aunque bien es cierto que eran los chicos de Cervera los que llevaban el peso del juego y colgaban peligrosos balones en situaciones a balón parado.
Al filo del descanso hubo otra acción destacada a favor de los amarillos, concretamente una falta directa lejana sacada con mucha intención por Iza Carcelén y el balón salió rozando la escuadra de la portería madrileña.
La segunda mitad inició movida, ya que en una acción de ataque del Fuenlabrada un pase interior golpeó fortuitamente en la mano derecha de Cala y el árbitro señaló el claro penalti. Hugo Fraile no erró desde los once metros (49’).
El susto en el cuerpo para los cadistas llegó en el 52’, ya que el colegiado decretó penalti sobre Aribas por una patada de Álvaro Giménez. La patada era clara, pero el VAR entró en acción para aclarar que el jugador madrileño llegó a la acción partiendo de fuera de juego por lo que quedó automáticamente invalidada.
Lo que no era casualidad es el buen momento por el que pasaba el Fuenlabrada, que pudo ampliar su ventaja tras una espectacular galopada por la izquierda de Nteka que puso un servicio atrás que fue rematado fuera por Hugo Fraile.
Álvaro Cervera movió el banquillo por obligación, ya que Iza Carcelén sufrió un pinchazo muscular y no pudo seguir, algo que ya pasó en el descanso con Lozano. Entraron Iván Alejo y Álvaro Giménez, respectivamente. También, posteriormente, entraron Bodiger, Nano Mesa y Jurado. Toda la carne en el asador para ir desesperadamente a por el empate. La gloria estaba a un gol.
El final fue agónico y con muchos nervios, ya que el Cádiz acabó volcado y tuvo opciones de nivelar con acciones de Nano Mesa y Álvaro Giménez, pero no hubo suerte.
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