La pasada semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, concedía su primera entrevista en televisión desde que se decretase el estado de alarma el pasado 14 de marzo, en aquel encuentro, el líder socialista hizo balance de la gestión que desde el Gobierno de España se ha hecho durante estos largo meses de estado de alarma y también anunció algunas de las medidas que en el futuro va a tomar y que, según él, son necesarias para asegurar la continuidad del estado del bienestar.
En este sentido, Sánchez anunció una importante subida fiscal, que a su juicio es necesaria para conseguir una justicia social. Entre esas medidas se encontraba una notable subida de impuestos a las rentas más altas: «Es inevitable una subida del IRPF a las rentas más altas». Sobre estas palabras y desde el Palacio de la Moncloa, el Gobierno conformado por el Partido Socialista y Unidas Podemos planteará en las próximas semanas una revisión de la fiscalidad en profundidad.
Respecto al IRPF, el Ejecutivo plantea una subida para las clases más altas. El programa pactado entre el PSOE y el partido de Pablo Iglesias para poder sacar adelante la investidura contemplaba una subida de dos puntos del IRPF para rentas superiores a 130.000 euros anuales y de cuatro puntos para las que superasen los 300.000 euros. Este incremento supondrá una recaudación en las cuentas públicas de unos 300 millones de euros.
En cuanto al IVA, Sánchez ha descartado una subida de tipos y parece que la idea de una subida del 21% al 23% para estar muy descartada. En este sentido, si parece que está planeada por una revisión de los productos afectados por cada uno de los tipos. Por ejemplo, el Banco de España ve necesario esta revisión porque España recauda una media de 8.000 millones menos de los que podría conseguir.
Otro de los impuestos que el Gobierno quiere revisar es el Impuesto de Patrimonio. El Gobierno quiere igualar la parte alta de este impuesto en todas las regiones para evitar lo que es conocido como «dumping fiscal». Por ejemplo, en regiones como la Comunidad de Madrid que tiene bonificadas esta tasa ya han mostrado su rechazo frontal.
Otro de los principales objetivos del PSOE en esta reforma fiscal es la equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina. Este es un viejo sueño de la bancada socialista y que ya estaba integrado dentro de su plan de presupuestos presentado en el año 2019. Según cálculos de Moncloa, la subida apenas tendría un impacto anual de 40 euros en el bolsillo de los conductores.
La Tasa Google también se encuentra dentro de este plan del Gobierno. Se trata de un nuevo impuesto que está destinado a gravar el 3% de los ingresos generados por determinados servicios digitales prestados por compañías digitales con ingresos superiores a los 750 millones de euros en todo el mundo y con más de 3 millones en España. El Gobierno ha calculado que puede llegar a recaudar unos 1.000 millones de euros anuales.
Por último, el conocido como Impuesto de Sociedades es otro sobre el que Gobierno quiere realizar modificaciones. El acuerdo del abrazo entre Sánchez e Iglesias establece una tributación mínima del 15% sobre la base imponible del Impuesto de Sociedades para las empresas que facturan más de 20 millones al año para recaudar cerca de 1.700 millones de euros más.
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