Ecologistas en Acción ha criticado hoy que la Junta de Andalucía fumigue cunetas del Parque Natural Sierra de Grazalema con glifosato, un herbicida potencialmente cancerígeno y que puede acarrear graves consecuencias para el medio ambiente.
En una nota de prensa la organización ecologista asegura que la Junta de Andalucía «ha procedido de nuevo a fumigar las cunetas de la carretera de El Bosque a Grazalema con el polémico herbicida glifosato».
«La Junta de Andalucía, que administra este parque natural, sigue haciendo oídos sordos a las advertencias sobre las graves consecuencias que puede acarrear el glifosato sobre el medio ambiente y la salud de las personas», afirma.
Ecologistas en Acción sostiene que son «totalmente falsos» los argumentos con los que se suele justificar estas fumigaciones: para prevenir incendios forestales y mejorar la visibilidad de las carreteras.
Según explican, lo que se está haciendo es «provocar que la hierba se seque antes de tiempo, por lo que aumenta el riesgo de incendios» sin que se mejore «ninguna visibilidad» en la carretera.
«La opción más viable técnica y ambientalmente es el desbroce y poda mecánica de la hierba y los arbustos que se desarrollan en las cunetas, lo que ya se ha hecho con resultados positivos en otras carreteras», añade Ecologistas en Acción, que además destaca que este proceso «aumenta la necesidad de mano de obra».
«No se entiende el empecinamiento de las administraciones en seguir usando el glifosato. Sería interesante que hicieran públicos los contratos con las empresas suministradoras y fumigadoras de glifosato», afirma.
Estas fumigaciones, explica la organización, coinciden con el acuerdo al que han llegado la compañía química y farmacéutica Bayer -que adquirió a Monsanto, el principal fabricante de glifosato-, con los 125.000 demandantes a los que va a indemnizar con 10.715 millones de euros por el potencial efecto cancerígeno del herbicida Round Up, la marca más habitual bajo la que se comercializa el glifosato.
Ecologistas lamentan que «tanto la Junta de Andalucía como la Diputación Provincial (de Cádiz)» continúen «con la política de que hasta que no se prohíba, lo que podría hacer en breve la UE, seguir utilizándolo, aunque las consecuencias para el medio ambiente y la salud de las personas sean irreversibles».
El glifosato, explican, un producto «altamente tóxico» que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, ha clasificado como potencialmente cancerígeno y que puede provocar alteraciones endocrinas.
En su comunicado se quejan de que la Junta no advierta a la población local, «como obliga la ley», de las consecuencias de este herbicida para que adopten medidas preventivas.
«Las fumigaciones envenenan y secan la hierba de las cunetas, de la que se alimenta la fauna salvaje y el ganado. Estas fumigaciones pueden provocar daños irreparables al creciente sector de la agricultura y la ganadería ecológica en este parque natural», aseguran.
Por ello piden a Francisco Moreno, el nuevo presidente de la Junta Rectora de este parque natural, «que se estrene, y que haga las gestiones necesarias para que se deje de envenenar este emblemático parque natural».
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