En un comunicado, la Policía Nacional ha informado de que los detenidos tienen entre 18 y 48 años, y son integrantes de un clan familiar, a los que se les imputan presuntos delitos de tentativa de asesinato, tenencia ilícita de armas, amenazas graves por arma de fuego, delito contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico.
Presuntamente, en uno de los hechos intentaron abatir a una de las víctimas que se había acabado de subir en su vehículo junto con su mujer y niño de diez meses, quienes se agacharon al escuchar las primeras detonaciones salvando así sus vidas.
La investigación comenzó tras diversos tiroteos ocurridos en las últimas semanas en la citada barriada sevillana, y algunos de ellos se llevaron a cabo en horas diurnas y con afluencia de personas en las calles.
Tras diversas gestiones, los agentes constataron la existencia de grandes clanes familiares involucrados en los tiroteos y que, presuntamente, estaban enfrentados por conseguir el control del barrio.
Para ello, intentaban controlar la venta de estupefacientes o apoderarse del mayor número de viviendas, inmuebles que posteriormente subarriendan y utilizan a su conveniencia para ocultar armas de fuego, sustancias estupefacientes o utilizarlas como punto de venta de droga.
Tras establecer un dispositivo discreto en el barrio a fin de esclarecer los hechos e incrementar la vigilancia, los policías constataron que los disparos fueron realizados por los miembros de un mismo clan familiar.
En uno de estos sucesos esperaron a que la víctima, que iba acompañada por su mujer e hijo de diez meses, saliera de su domicilio y entrara en su vehículo para dispararles, no hiriendo a ninguno porque se agacharon al escuchar las primeras detonaciones.
Las rápidas diligencias de los investigadores consiguieron identificar a los siete participantes en los incidentes, centrándose la investigación en su localización, y en menos de 24 horas se situaron los domicilios donde se encontraban todos los presuntos autores, llevando a los agentes desde las barriadas de Torreblanca y Las Tres Mil Viviendas hasta la localidad de Carmona, donde tenían una parcela que utilizaban como refugio seguro.
Finalmente, el pasado jueves se llevó a cabo el operativo policial que culminó con la práctica de seis registros simultáneos y en el que participaron más de 70 agentes de diversas especialidades de la Policía Nacional.
En los registros se intervino una escopeta de calibre 12, una pistola de calibre 9 milímetros -ambas en perfecto estado de funcionamiento-, machetes, katanas y dinero en efectivo.
Además, se localizó una plantación de marihuana en el interior de una de las viviendas de Torreblanca que estaba conectada de manera fraudulenta a la red eléctrica.
En el operativo desplegado se logró detener a las siete personas presuntamente implicadas en los tiroteos, que han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial en la mañana de este sábado.
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