Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, han desmantelado una de las organizaciones más activas del Campo de Gibraltar dedicada a introducir hachís, procedente de Marruecos, en las costas andaluzas para posteriormente distribuirlo por Europa. Además, han detenido a sus 36 integrantes, pertenecientes a un clan conocido como LOS PANTOJAS, y han incautado más de cuatro toneladas de sustancia estupefaciente. Asimismo, se han realizado 18 registros, en los que se han intervenido 19 vehículos, nueve embarcaciones, dos armas de fuego y dinero en efectivo.
La investigación se inició en abril de 2109 cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización que, presuntamente, estaba introduciendo hachís procedente de Marruecos en España, a través de las costas andaluzas, para luego distribuirlo por Europa.
Fruto de las primeras pesquisas, los investigadores constataron que a la cabeza del grupo se encontraba un viejo conocido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, apodado el Pantoja. Esta persona, vinculada con el narcotráfico desde su juventud, habría escalado puestos y llegado a convertirse en el hombre de confianza de un narcotraficante huido de la justicia y conocido como EL MESSI, para el que realizaba labores seguridad y logística.
Un clan formado por varios grupos que actuaba a modo de cooperativa
La organización funcionaba a modo de cooperativa y, además, sus miembros no dudaban en ejercer la violencia para escapar de la acción policial. El clan estaba conformado por varios grupos que interactuaban para llevar a cabo los alijos. Por debajo del cabeza de la organización se encontraba su lugarteniente, quien supervisaba bajo la dirección del primero las labores que se llevaban a cabo tanto por tierra como por agua.
A cargo de las labores de tierra se encontraba, a su vez, otro responsable; su misión era la de encargarse de las collas (cuadrillas de porteadores), los conductores y vehículos usados para el transporte, y de los puntos (encargados de la seguridad), así como de la custodia de la droga en las “guarderías”. Por otra parte, de las labores de agua -embarcaciones, logística necesaria, tripulación y seguridad- se encargaba directamente el lugarteniente del Pantoja apoyado por dos hermanos. Para esto último, establecían puntos en el mar con embarcaciones, lo que les permitía controlar la presencia de embarcaciones policiales.
Los alijos diurnos eran de media tonelada de hachís; los nocturnos, de una a tres toneladas
La organización tenía dos maneras de introducir el hachís en la costa, de día y de noche. En las horas diurnas realizaban los alijos en embarcaciones de recreo y aprovechaban los fines de semana -cuando hay más trasiego de estas embarcaciones- para alijar. En cada alijo introducían, aproximadamente, media tonelada de droga. En las horas nocturnas, y preferiblemente de madrugada, introducían la droga en potentes embarcaciones semirrígidas, conocidas como gomas, portando de una a tres toneladas de hachís.
Tras intervenir varios alijos de estupefaciente e identificar, en su totalidad, a los miembros de la organización así como sus diferentes roles dentro de la misma, los agentes procedieron a la detención de sus 36 integrantes. A éstos se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, contrabando, falsificación de documentos y robo/uso de vehículo a motor. Además, se han realizado 18 registros en la comarca del Campo de Gibraltar, fruto de los cuales se han incautado 4.300 kilogramos de hachís, 19 vehículos, 9 embarcaciones semirrígidas, de recreo, pesquera y motos acuáticas. Asimismo, se ha intervenido numeroso material electrónico, de telefonía y náutico, dos armas (un subfusil y un arma corta) y dinero en efectivo.
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