Pedro Sánchez ha pedido autorización del Congreso para prorrogar el estado de alarma, primero otros 15 días y, después, «varias semanas más», hasta seis, todo lo que dure el proceso de desescalada, con el argumento de que este es el único instrumento capaz de contener la pandemia y cercenarlo ahora supondría una «grave irresponsabilidad, un error absoluto e imperdonable». «Punto y final», ha dicho, «no hay más». Por cuarta vez, ha logrado el aval del Congreso pero con un apoyo menguante: 178 síes, 75 noes y 97 abstenciones.
«Hagamos un paréntesis, dejemos de lado los maximalismos y colaboremos», ha urgido a los grupos parlamentarios con la vista puesta en la Comisión para la reconstrucción que se constituirá mañana en el Congreso. «No debe haber lugar a los reproches, debemos decidir si apostamos por seguir o rompemos filas. Todos nos mediremos por las implicaciones éticas de lo que decidamos hoy», ha dicho. «La meta está cerca, les exhorto a perseverar unas semanas más», ha insistido. «No hay que tener prisa».
La Cámara ha dado el visto bueno a esta cuarta prórroga del estado de alarma por 15 días después de que el Gobierno negociara in extremis con Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria para atraer sus votos hacia el sí. En base a estas negociaciones, las dos últimas en la pasada madrugada, Sánchez acepta virar en su estrategia y a partir de ahora establecerá una coordinación mucho más estrecha con las CCAA y fuerzas políticas para llevar a cabo de forma consensuada y realmente asimétrica la desescalada.
Sánchez, aliviado tras haber logrado estos apoyos, ha sacado pecho, tras constatar que tendrá el respaldo suficiente para prorrogar el estado de alarma, para asegurar que le queda «toda la legislatura» por delante para activar las medidas que sean necesarias para impulsar la recuperación. Y ha avisado al PP de que «sólo podrá volver a gobernar si los españoles perciben que arrima el hombro». Sánchez también ha dicho «percibir un movimiento ultraderechista en la sociedad española» al que ha identificado con los ciudadanos que le han dedicado caceroladas.
El presidente ha explicado a la Cámara las disposiciones que ha puesto hasta ahora en marcha para paliar los efectos de la pandemia y ha insistido en que, aunque ha habido errores, la prórroga de la situación excepcional de confinamiento y mando único es «imprescindible» para mantener en pie todas las medidas económicas, las ayudas y las prestaciones adoptadas porque han sido aprobadas en vinculación con el decreto inicial de alarma.
«Las restricciones necesitan del estado de alarma», ha recalcado tras asegurar que este instrumento ha sido «decisivo» y «ha funcionado». El Gobierno se dispone de esta manera a seguir limitando férreamente dos derechos fundamentales: el de libre circulación y el de reunión.
«España», ha insistido Sánchez, «ha dado una respuesta eficaz»; ha añadido que el estado de alarma «da tranquilidad a los ciudadanos» y que no hay que buscar en él dobles intenciones ideológicas sino simplemente el objetivo de «salvar vidas». Para el presidente, en esta ocasión, el voto abstencionista, como el del PP, se asimila al ‘no’.
Ha recordado Sánchez que la desescalada será «asimétrica» y «cogobernada», aunque las decisiones últimas dependerán del Ministerio de Sanidad. «Las CCAA tendrán un papel decisivo», ha añadido. Serán ellas las que dirijan al Gobierno sus propuestas de apertura de territorios y las medidas que se pretenden activar en ellos. Tendrán que realizar un análisis de sus capacidades sanitarias para afrontar cualquier rebrote de la epidemia y comunicar cualquier aspecto relevante que pueda afectar a estas decisiones, pero será Sanidad quien tenga siempre la última palabra.
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