El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha augurado una lenta y gradual desescalada, que ha fijado a partir de la segunda mitad de mayo, de las medidas adoptadas para hacer frente al coronavirus, un proceso que ha subrayado que hay que afrontar evitando pasos en falso.
Sánchez, en su comparecencia este miércoles ante el pleno del Congreso para pedir el aval de la cámara a una nueva prórroga de quince días del estado de alarma, ha aprovechado para pedir que los pactos de reconstrucción que está impulsando en el ámbito nacional se trasladen también a comunidades y ayuntamientos «gobierne quien gobierne».
Para el jefe del Ejecutivo, la ampliación del estado de alarma es imprescindible, aunque ha subrayado que esta era la primera vez que pedía su prórroga pudiendo vislumbrar cómo podría ser la vida una vez superada la fase aguda de la crisis. Ha dejado claro que hay que evitar pasos en falso y no se va a correr ningún riesgo que devuelva a la situación anterior, y ha garantizado que España seguirá en todo momento los criterios de la Organización Mundial de Salud (OMS) para la nueva fase que va a afrontar el país.
Con ese horizonte de desescalada en la segunda mitad de mayo, ha explicado que se irán modificando las condiciones del estado de alarma y siempre con la misma premisa de mantener a salvo el sistema de salud. La prudencia es la que ha dicho que llevó al Ejecutivo a tomar su decisión inicial para aliviar el confinamiento de los menores de 14 años, aunque ha justificado la rectificación en que el Gobierno «escucha».
«Es verdad, pecamos de prudencia, nuestros hijos lo son todo», ha remarcado en su única alusión a la polémica generada por la decisión adoptada en un principio de permitir a los niños salir solo a hacer recados con sus progenitores, para después autorizarles a paseos acompañados. En este sentido, ha apuntado que el comité de científicos y expertos que asesoran al Gobierno ha pedido sobre este levantamiento de las restricciones para los niños «que lo hagamos con la máxima cautela», y ha añadido que «tras las deliberaciones» posteriores se ha acordado que puedan dar «paseos controlados» desde el próximo domingo, 26 de abril, cuando arrancará la tercera prórroga del estado de alarma. Sí ha dejado claro que podrá haber decisiones posteriores respecto a la libertad de movimientos de los ciudadanos dependiendo de la evolución de la enfermedad. «Vamos a dar pasos hacia adelante y hacia atrás en función de cómo se comporte la pandemia», ha resumido sobre el modo en que se aplicará el estado de alarma en la nueva fase y en la que ha insistido varias veces en su discurso que deberá actuarse con la máxima cautela y prudencia.
Se trata, ha proseguido, de que «progresivamente», conforme se vaya reduciendo el peligro, se pueda ir modificando el estado de alarma «siempre con la misma premisa de proteger a la ciudadanía y mantener a salvo el sistema de salud para una desescalada de forma gradual y segura». Ha rechazado que tenga intención de capitalizar los pactos que está impulsando para la reconstrucción económica y social tras la pandemia y ha instado a que nadie los patrimonialice.
En esa línea, ha declarado que su intención por un acuerdo es «sincero» y que el éxito del mismo, si sale adelante, será de «todos los que arrimen el hombro». Al hilo de ello es cuando ha defendido que los pactos para la reconstrucción se suscriban no solo en el ámbito nacional, sino también en los «diferentes escalones» de la geografía española, como las autonomías o los municipios y con independencia de quien esté al frente de cada institución.
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