El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Fritz Keller, ha reiterado este lunes que la temporada debería acabar con partidos a puerta cerrada, ante la crisis del coronavirus, y ha pedido a los seguidores más críticos que apoyen esta iniciativa porque es «necesaria» para garantizar la «supervivencia» de los clubes.
«Renunciar a jugar a puerta cerrada significaría que algunos seguidores tal vez nunca más puedan ir a un partido de su club porque ya no estará allí, no existirá», aseguró Keller en la revista deportiva ‘Kicker’. «No queremos perder ningún club», aseveró.
El dirigente del fútbol alemán hace referencia a una publicación de la misma revista que augura que 13 de los 36 clubes de la Bundesliga y la segunda división podrían tener que declararse en bancarrota antes de junio si no se recibe la última cuota de ingresos por televisión, dinero que no estaría disponible sin concluir la temporada.
Pese al rechazo de la afición a jugar partidos a puerta cerrada, Keller reiteró que el fútbol no tiene ningún «papel especial» en esta crisis y prometió que la reanudación de los partidos en Alemania no será «a expensas del sistema de salud». «No se utilizarán pruebas para jugadores que puedan hacer falta en otras áreas», comentó.
La Liga Alemana de Fútbol (DFL), que representa a los dos mejores niveles, se reúne nuevamente el jueves. Las restricciones gubernamentales están vigentes hasta el 3 de mayo, y la próxima reunión de alto nivel sobre el tema está programada para el 30 de abril.
Según la DFL, se podría reanudar y completar la temporada a partir de mayo, opción que los políticos germanos no descartan por completo. Aunque sí prevale una prohibición de jugar partidos con público en las gradas hasta el 31 de agosto. «El fútbol está listo para reanudar la competición tan pronto como las autoridades den luz verde», finalizó Keller.