Duras palabras de la industria contra la gestión del Gobierno para hibernar la actividad económica durante los próximos 15 días, con el objetivo de frenar la emergencia sanitaria desatada por el coronavirus. A pocas horas de que entrara en vigor un real decreto-ley de suspensión de toda la actividad no esencial, empresas que ya arrastran una situación difícil no sabían si dicho parón afectaba a sus negocios.
Algunas, por precaución y para evitar futuras sanciones o problemas, han preferido suspender el turno de producción que entraba en vigor en la noche de este domingo, ya día 30 de marzo. Su indignación es máxima, porque en la tarde del domingo no sabían con claridad si podrían trabajar. Según denuncian, tener que parar sus plantas productivas tiene gran repercusión, ya que ello conlleva tener que incumplir con las entradas de sus clientes en el extranjero, lo que amenaza su actividad a medio plazo.
Y esta incertidumbre no pasa desapercibida para la competencia en el exterior, que ya se está moviendo. «Hay empresas extranjeras que se ponen en contacto con nuestros clientes para ofrecerles productos que suministramos desde aquí. Aprovechan los mensajes que está lanzando el Gobierno y les dicen que España no puede producir con el objetivo de quedarse con nuestros contratos».