El gobierno de Italia ya expresó hace unos días su temor a que las medidas para evitar la propagación del COVID-19, que han paralizado el territorio, provocasen revueltas. Los supermercados han reforzado su seguridad por la situación generada, pero han empezado los primeros problemas derivados del confinamiento y la crisis económica que ha provocado el coronavirus.
En el sur de Italia se están dando saqueos en supermercados y llamadas a la revuelta por parte de la ciudadanía que peor lo está pasando por esta pandemia. En Palermo, un grupo organizado de 20 personas se ha presentado ante las cajas de un supermercado de la cadena Lidl con carros de la compra llenos de productos negándose a pagar al tiempo que gritaba: «Basta de estar en casa, no tenemos dinero para pagar, tenemos que comer». En algunas zonas de la provincia de Nápoles han aumentado los robos en la calle y los asaltos a las farmacias.