El Ministerio del Interior no permite que los guardias civiles lleven sus propias mascarillas y guantes para protegerse del coronavirus. Así lo denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria en el cuerpo, que en concreto acusa a algunos mandos del instituto armado de ejercer su cargo «de manera autoritaria» y abrir expediente a los agentes que se traen los equipos de protección de casa. Es el caso de un oficial de Andalucía, señala la agrupación sin decir el nombre, que «se ha dedicado a vigilar y amenazar a agentes para que no portasen guantes y mascarillas particulares con un argumento difícill de sostener».
Este mando, afirman desde AUGC, aseguraba que llevar este material generaba «alarma social» de cara a la ciudadanía. «Parece que muchos responsables olvidan que estamos en estado de alarma», apunta la asociación en un comunicado al que ha tenido acceso El Confidencial. El mismo alto cargo de la Guardia Civil argüía para prohibir a sus agentes este material que la Dirección General ya proporciona a todos los funcionarios que dependen de ella todo lo necesario para afrontar «la situación», extremo que sin embargo niegan rotundamente desde AUGC.
«No todas las unidades están dotadas del material necesario o el que tienen resulta ineficaz», se queja la asociación en la mencionada nota. «En la demarcación donde trabajan estos agentes ya se han dado cerca de sesenta casos de aislamiento de personas infectadas, entre ellas un policía local al que los guardias civiles han atendido», apunta AUGC, que califica de «absurda» e «irresponsable» la actitud del superior de la corporación, que, cuando uno de los agentes afectados le indicó que tenía un hijo con leucemia y una madre trasplantada de riñón que por lo tanto eran personas de riesgo, el jefe le respondió que «las órdenes son las órdenes». «Si caemos enfermos, algún compañero nos sustituirá», añadió el superior jerárquico.
Esta respuesta, a juicio de AUGC, es «una falta de respeto» ante la situación de crisis sanitaria que vive la sociedad «hacia la salud de los guardias civiles y de sus familiares». «Son tiempos para el sentido común, la coherencia y arrimar el hombro en lugar de amedrentar y utilizar el régimen disciplinario por utilizar material de protección», añaden desde la asociación.