El Corte Inglés cerrará todos sus centros comerciales por primera vez en la historia del grupo de distribución ante el riesgo expansivo de contagio del coronavirus entre los clientes y los empleados. El grupo de grandes almacenes, que está sufriendo una brusca caída de las ventas, tomará la decisión en cuanto el Gobierno y las comunidades autónomas adopten los decretos para aplicar el estado de alarma anunciado por Pedro Sánchez y que entrará en vigor a partir de este sábado.
Así lo aseguran fuentes próximas al holding de grandes almacenes, que opera cerca de un centenar de tiendas en toda España. La compañía adoptará esta histórica medida en firme en cuanto las comunidades autónomas apliquen los decretos que ordenan el cierre general de todos los establecimientos públicos, con la excepción de los supermercados y las farmacias.
El detalle es muy relevante porque si el cierre se toma de forma voluntaria o forzada por una orden gubernamental el impacto en el paro forzoso laboral en sus instalaciones y sus consecuencias económicas en la cadena son muy diferentes. Si bajase la persiana por decisión propia, los costes del probable Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para una gran parte de sus 80.000 empleados correría a cargo de la compañía. Pero si el cierre es obligado, el Gobierno correría con parte de las indemnizaciones de los afectados.
La medida, que ya ha sido aplicada por el Grupo Cortefiel en sus tiendas en Madrid, La Rioja y el País Vasco, así como por Adolfo Domínguez en la capital, se adopta por el riesgo creciente de contagio en sitios cerrados y las recomendaciones lanzadas por las administraciones sobre concentraciones de personas en establecimientos públicos. Unos consejos que desde el pasado lunes por la tarde, cuando Madrid anunció el cierre de los colegios, estaban teniendo un efecto muy severo en las tiendas.
En primer lugar, El Corte Inglés, como la mayoría de supermercados, registró una venta masiva de productos de primera necesidad, que provocó incluso momentos puntuales de desabastecimiento. Pero, por otra parte, desde el martes, el holding empezó a percibir un descenso de más del 20% en la asistencia de clientes a los centros comerciales, porcentaje que se disparó a más del 50 y el 70% en los días siguientes.
Ante esa tesitura de caída significativa de la rentabilidad y, principalmente, por el riesgo para la salud de su sempleados, El Corte Inglés ha reunido a su comité de crisis para decidir el cierre momentáneo de sus establecimientos. La medida supondrá el cese temporal de la actividad en todas sus plantas, salvo las dedicadas a las salas de supermercados.
También se verán afectadas sus agencias de viajes, negocio que está sufriendo un desplome de las reservas superior al 50%. Esta división emplea a cerca de 5.000 trabajadores, muchos de los cuales van a ver recortadas sus jornadas de trabajo y su remuneración cuando se estabilice la situación, ya que el ERTE que se aplicará en esta filial será más prolongado.