Tras un mes de febrero extremadamente cálido y seco, interrumpido únicamente por el carrusel de borrascas que han atravesado la Península y Baleares a comienzos de marzo, la tendencia apunta a un final del invierno con temperaturas que ya no serían primaverales sino, en ocasiones, propias del verano, según adelanta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
«Después de un febrero extremadamente cálido (es el de mayor temperatura media junto con el de 1990 en la serie histórica), nos preparamos para recibir la próxima semana los primeros 30 °C del año en la Península y Baleares», escribe en su cuenta de Twitter Rubén del Campo, portavoz de Aemet.
Por otro lado, a partir del domingo 8 y durante toda la semana próxima, del 9 al 15 de marzo, la aproximación de algunos frentes al extremo norte peninsular producirá nubosidad y probabilidad de precipitaciones en general débiles, principalmente en el entorno de Pirineos, Cantábrico oriental y oeste de Galicia.
En el resto de la Península y en Baleares predominará el tiempo estable y con poca nubosidad. Las temperaturas subirán hasta el miércoles, alcanzando valores primaverales, aunque pueden bajar de nuevo en la segunda mitad de la semana. Los vientos ya serán más flojos, pudiendo haber algunos intervalos de viento fuerte solamente en el litoral de Galicia.
Por lo que respecta a Canarias, desde el viernes 6 y hasta el domingo 15, se mantendrá el régimen de vientos alisios del noreste, con algún intervalo fuerte, y cielos en general poco nubosos, salvo en el norte de las islas, donde puede haber algunos intervalos nubosos.
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