Viajamos a Fuente de Pedro Naharro y antes de llegar nos reciben las 2.700 hectáreas de viñedos de la zona. Representan una gran parte de las más de 970.000 que hay en toda España.
A su cooperativa llega la cosecha de 250 socios. «Son unos 22 millones de kilos de uva, de los cuales un 60% es uva tinta y un 40% uva blanca», explica Milagros Romero.
Isabel Hernández, ingeniero agrónomo y enóloga, cuenta que de los cuatro millones de botellas que producen exportan un 80%, «la mayor parte a Europa aunque tenemos otros canales en todo el mundo».
Detrás de vinos españoles mundialmente conocidos casi siempre hay pequeñas familias. Un imán para las nuevas generaciones que, como el vino, han decidido envejecer en zonas rurales. Evita la despoblación y atrae a curiosos que disfrutan de las catas que organizan para enseñar a probarlo y detectar los aromas.
«Está dando puestos de trabajo en las zonas rurales, ayudando a preservar nuestros pueblos y dotándoles de un carácter único», cuenta Susana García, directora de la Interprofesional del Vino de España.
El vino goza de buena salud. Actualmente hay más de medio millón de explotaciones y de todo el vino que sale de ellas, la mitad se exporta a todo el mundo.
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