El Ramón de Carranza vivía una noche cargada de emoción que comenzaba con el ‘Me han dicho que el amarillo’ cantado por la grada en la salida de los jugadores al terreno de juego. Desde el recuerdo a Manolo Santander con un tifo en fondo sur, los amarillos afrontaban un duelo con el único cambio obligado de Nano Mesa por Choco Lozano en la punta de ataque.
El encuentro arrancó siendo de tú a tú entre ambos equipos que mostraban sus intenciones sin tapujos. El Girona intentaba sacar el balón jugado desde atrás para trenzar jugadas que llevaran al área rival, mientras que los de Álvaro Cervera tenían en la velocidad su principal arma.
A los siete minutos un centor de Salvi despejado por Juan Carlos no encontró el tino de Perea en el segundo palo, pero fue una declaración de intenciones. Los de Unzué se acercaron con peligro en torno al minuto 20 con un tiro frontal de Adam Benítez que detuvo Cifuentes y un gol anulado a Stuani por fuera de juego tras una falta de entendimiento en un despeje entre Garrido y José Mari.
El partido daba la sensación de estar con más en lado local que en visitante. A la media hora se confirmaba con un tiro cruzado de Perea dentro del área que dio en Pedro Alcalá y se convirtió en el 1-0.
Con ventaja en el marcador los amarillos supieron aguantar bien las acometidas de los catalanes, que sólo pudieron variar hasta el descanso la situación en una falta lateral que cabeceó Alcalá fuera en el último instante.
Caye Quintana sustituía a Nano Mesa en el descanso para dar otro estilo al ataque. El Girona quiso poner asedio al área cadista y tuvo en el minuto 52 hasta tres lanzamientos dentro del área que fueron repelidos por la defensa. En el minuto 60 los cadistas pudieron poner el 2-0 con un centro de Salvi al que no llegó Álex, y los gerundenses con un centro de Borja García rematado alto por Samu Sáiz.
Con un recital de cambios en ambos bandos el partido fue avanzando en intensidad. Una falta frontal de Perea se marchó pegada al larguero en el minuto 63, mismo destino que encontró un cabezazo de Aday Benítez poco después.
Tocaba emplearse a fondo en defensa con la entrada en el campo de Gallar, Mojica y Soriano que pasaron a controlar el balón ante un bien posicionado Cádiz.
Sufrían los amarillos cuando en el minuto 87 una falta lateral ejecutada por Samu Sáiz fue detenida por Cifuentes. A colación un cnetro lateral acabó con un codazo de Stuani a Iza que propició la segunda amarilla del delantero y su expulsión.
En superioridad tocaba controlar el partido en los cinco minutos de añadido, pero esa tarea no iba a ser nada fácil. Gallar con una falta lateral que sacó la zaga y con un disparo frontal que se marchó alto, puso el corazón en un vilo a los cadistas.
Había que aprovechar que el rival estaba volcado para cerrar el partido a la contra y sería en el minuto 94 con un centro de Salvi que no acertó a despejar Alcalá y cazó Álex para poner el 2-0. Y sí, sumar la quinta victoria consecutiva.
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