Llevaba en pie desde el silgo XIII. Había sobrevivido al ataque de los ingleses en 1340 e, incluso, a la Segunda Guerra Mundial. Pero no ha logrado vencer a los cruceros. El Puente de los Agujeros (Pont des Trous) de la ciudad belga de Tournai está siendo derribado como para permitir el paso de cruceros y grandes barcos de mercancías: hasta ahora solo podían cruzar barcos de 1.500 toneladas y en el futuro, se espera, lo podrán hacer barcos de hasta 2.000 toneladas.
Así lo decidió el pasado 28 de enero el gobierno local en el marco de un ambicioso proyecto de ampliación de los muelles. La decisión se está haciendo efectivo estos días.
El proyecto forma parte del gran canal Sena-Norte, que unirá el puerto de El Havre (Francia) con el Benelux, y está financiado por la región de Valonia y la Unión Europea, según recogió en su día «Le Figaro».
Después de la oleada de protestas que generó en su día, el ministro de Obras Públicas de Valonia, Carlo di Antonio, prometió que el enclave mantendría su aspecto medieval, con sus característicos arcos, y reutilizando las mismas piedras.
Aun así, el pasado viernes los vecinos de Tournai vieron cómo las grúas derruían este puente que es, también, uno de los iconos de la ciudad y uno de sus grandes atractivos turísticos.