Según informa el Instituto Armado en un comunicado, la denominada operación ‘Periferia’ se inició a finales del pasado mes de noviembre cuando agentes del Equipo de Policía Judicial de Barbate identificaron a los cabecillas de una organización que podría estar introduciendo hachís desde Marruecos utilizando la vía marítima mediante embarcaciones recreativas y semirrígidas.
Según la Guardia Civil, esta red contaba con un «perfecto conocimiento» de la zona y con contactos en numerosas zonas sensibles de la comarca de La Janda. A raíz de estos indicios, los investigadores fueron localizando a cada uno de los integrantes de la organización y asignando a cada componente el rol que desempeñaba en ella, así como domicilios, vehículos, lugares donde ocultar la droga alijada y donde preparar las embarcaciones y toda su estructura. Todo ello les permitió verificar el ‘modus operandi’, ámbito espacio-temporal y jerarquía entre sus miembros, lo que indicaba que podrían componer una organización criminal.
Tras tener conocimiento de que a finales del mes de marzo la organización preparaba un alijo importante mediante el uso de una embarcación semirrígida, se organizó todo un dispositivo para interceptar y detener a los participantes. Este operativo permitió frustrar el alijo localizando en la zona de la rivera del río Barbate una «guardería» donde habían descargado 1.950 kilos de hachís, distribuidos en 65 fardos envueltos en sacos de arpillera. También se pudo detener a diez personas como participantes directos en el alijo y a una más como responsable de la seguridad de la «guardería», recuperando además dos vehículos todo terreno robados, utilizados para el transporte de la droga.








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