El Chelsea conquistó su segunda Europa League con un contundente 4-1 ante un Arsenal que, pese a que comenzó mejor, se vio superado por los de Sarri. Bakú asistió a la magnífica conexión entre Giroud y Hazard, en una exhibición más del jugador belga. El partido comenzó de cara para los de Emery que vivían en área ‘blue’ aunque imprecisos en la finalización.
Un disparo lejano de Xhaca fue la más clara de los de Emery en una primera media hora que parecía vaticinar una película diferente. Superados los primeros 20 minutos, el Chelsea despertó. Los de Sarri comenzaron a tener el balón y acercarse a Cech, que hasta ese momento no había sido ni enfocado en televisión. Una final algo descafeinada que se guardaba la adrenalina para la segunda parte. La lata la abrió Giroud en el segundo acto con un golazo de cabeza a centro de Emerson.
El ex ‘gunner’ le ganó la posición a Koscielny y, con la testa, puso el primero para los ‘blues’ de forma magistral. Tras él, le tocaba el turno a Pedro, especialista en marcar en finales. El español aumentó distancias a pase de Hazard que le sirvió en el área una bola a la que, aunque pegó mordida, colocó en las redes ‘gunner’. El escandaloso partido de Hazard, que derrochó la calidad que acostumbra y despertó al Chelsea, tuvo su premio en forma de doblete.
Primero convirtió un penalti claro señalado a Maitland-Niles. Y después aprovechó de nuevo su estelar conexión con Hazard para recibir del francés y sentenciar la final. Entre medias del doblete del belga, un trallazo de Iwobi que hizo soñar al Arsenal unos segundos. Los de Emery, en ‘la competición’ del técnico español se despiden del título y de jugar la Champions la próxima temporada.
El Chelsea, pese a que comenzó el partido como si nunca hubieran salido del vestuario, labró un encuentro letal en la segunda parte, sin dar opción a los ‘gunner’. Merecido campeón de la Europa League.
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