Según ha concretado la Benemérita en una nota de prensa este martes, la investigación policial comenzó a raíz de una denuncia interpuesta en el puesto de la Guardia Civil de Peralta (Navarra), en la que la víctima exponía que le habían realizado ocho movimientos bancarios no autorizados por importe de 500 euros cada uno, siendo la cantidad total estafada 4.000 euros.
Iniciadas las pesquisas por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil, se detectó que para acceder a ese dinero se había utilizado un método conocido como ‘phishing’, que consiste en que los autores envían un correo electrónico a la persona perjudicada, en este caso simulando ser su entidad bancaria, solicitando su usuario y contraseña, informando que si no las introduce en el enlace que aparecía se le bloqueará la cuenta corriente.
Una vez obtenidas las claves, accedían a la cuenta corriente de la víctima y extraían el dinero a través de una aplicación móvil de pagos bancarios, variando la cantidad extraída entre 100 y 4.000 euros. Es así como han afectado a un total de 33 víctimas en diversas provincias españolas, de forma que para llevar a cabo la estafa se valían de diferentes cuentas de correo electrónico -detectadas hasta ahora 15-, asociadas a un proveedor de dichos correos, llamado @cox.net, con sede en Estados Unidos.
Tras recabar toda la información y una vez analizada, se localizó a los participantes en estas estafas, un total de 13 personas de nacionalidades española, marroquí, francesa y búlgara, de las cuales seis estaban afincadas en Cádiz, tres en Murcia, dos en Madrid y otras dos en Alicante.
SISTEMA MULA-PHISHING
La Guardia Civil ha hecho hincapié en la figura del intermediario o «mula» como «una de las piezas fundamentales» de este tipo de estafas. Normalmente, este tipo de personas son reclutadas a través de la red, en ocasiones bajo un aparente contrato de trabajo legal realizado por parte de las organizaciones y en el que la labor requerida consiste en poner a disposición de la organización sus cuentas bancarias para que ingresen diversas cantidades de dinero que han estafado a través de Internet mediante diferentes métodos. Posteriormente, estas personas deben reenviar a estos grupos criminales esas cantidades de dinero que ellos han recibido, a las que deben descontar la comisión que figura en los falsos contratos y que ronda entre el diez y el 20 por ciento del dinero ingresado.
La Benemérita ha apuntado que «en muchas de las ocasiones» estas «mulas» son a su vez víctimas de engaño, ya que no tienen conocimiento de la verdadera actividad de las supuestas empresas, siendo «cómplices de esta actividad delictiva» al enviar estas cantidades de dinero estafado a países extranjeros a través de empresas de transferencia monetaria, envíos que se realizan a nombre de terceras personas que bajo identidades falsas dificultan su identificación.
Con esta operación, en la que han participado varias unidades de la Guardia Civil, se han logrado esclarecer un total de 33 delitos de estafas cometidos en varias provincias, además de una denuncia registrada en la Policía de Alemania, ascendiendo el total de lo estafado a más de 40.000 euros.