José Mourinho ha sido despedido este martes como técnico del Manchester United después de dos años y medio en el cargo y tras un mal comienzo de temporada cuya gota que colmó el vaso fue la derrota contra el Liverpool. En un breve comunicado, el club del norte de Inglaterra agradeció el trabajo de Mourinho durante su dirección y expresó deseos de «éxito» para su futuro.
Mourinho, de 55 años, conquistó una Liga Europa y una Copa de la Liga en su primera temporada con los ‘Diablos Rojos’, pero en su segunda campaña se quedó en blanco, siendo subcampeón de la Premier League, a 19 puntos del líder. Este año lo empezó muy mal, siendo ya descartado como uno de los aspirantes al título en las primeras jornadas.
El club de Mánchester es sexto en estos momentos en la clasificación liguera, a 19 puntos del Liverpool, con solo 17 jornadas disputadas, y a 11 de la zona ‘Champions’ que cierra el Chelsea. En Europa, las cosas le han ido mejor al United, al clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones como segundo de grupo por detrás del Juventus de Turín, equipo al que vencieron en Italia.
Sin embargo, la mala imagen dada en Old Trafford ante los italianos, además de los pobres resultados cosechados ante el Young Boys y el Valencia -los otros rivales del grupo-, provocaron que los ingleses pasasen ciertos apuros para continuar en liza. El cruce de octavos ha comprometido notablemente el futuro del United en la máxima competición continental, puesto que se tendrá que enfrentar al París Saint Germain, uno de los favoritos de la competición.
A todo ello se une la eliminación en la competición menor de la Copa de la Liga, donde fueron superados por el Derby County, de Segunda división, en los penaltis en Old Trafford. La unión de Mourinho y el United ha sido tormentosa en los últimos meses y se ha intensificado por la mala relación del portugués con el vestuario y con la directiva.
Las discrepancias entre el luso y el máximo directivo del club, Ed Woodward, se han multiplicado y Mourinho no ha dudado en criticar la política de fichajes, incidiendo en la falta de efectivo para firmar jugadores y en la falta de calidad en las incorporaciones para poder competir con los mejores.
A nivel interno, Mourinho inició una ‘guerra’ con algunos de los pesos pesados del vestuario, como con el francés Paul Pogba, a quien arrebató hace unas semanas la vicecapitanía del club y al que ha dejado fuera de la alineación en los últimos partidos importantes.
Su imagen en el banquillo, sin disputar ni un minuto ante el Liverpool, fue representativa de la situación actual. Sin aún un candidato claro a largo plazo para el banquillo mancuniano, los medios ingleses especulan con que Michael Carrick, quien dejó la práctica del fútbol el año pasado, podría asumir las labores de técnico interino hasta que la entidad inglesa encuentre un sustituto a Mourinho.