El candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, recuperará la bandera de España para su campaña electoral. Bueno, quizá mejor dicho, la rescatará. Porque el partido de Pablo Iglesias nunca la ha utilizado. «En otros países, cuando se manifiestan por la igualdad de derechos lo hacen con la bandera», y cita Errejón a los chalecos amarillos de Francia como ejemplo, «y eso me da envidia, yo quiero eso».
Fuentes internas de su candidatura confirman al diario de EL ESPAÑOL que el plan será distinto al de Pedro Sánchez, que «un día sacó un banderón y nunca más se supo». Su idea es que sea algo progresivo y discreto, conquistar ese espacio. Porque como sostiene el propio Errejón, «lo irresponsable es ceder las banderas y símbolos de pertenencia a los reaccionarios».
No es el único punto en el que Errejón parece tener su propia estrategia al margen de Pablo Iglesias. En el desayuno informativo organizado por la revista Vanity Fair en el que participó el miércoles, se desmarcó, por ejemplo, de la «alerta antifascista» con la que Iglesias quiso tapar la debacle electoral en Andalucía.
«Vox es sólo un síntoma, peligroso sí, pero nada más, no hay 400.000 fascistas en Andalucía», dijo Errejón, que también defendió a Teresa Rodríguez y su campaña: «Yo he hecho muchas, y ésta ha sido buena, los resultados habrían sido peores si no». Además, criticó la expulsión de Rita Maestre: «Es fundadora y alma de Podemos, para mí siempre será una compañera».
«La bandera de la igualdad está coja sin la de España»
Los datos son incontestables: pese al hundimiento del PSOE en las elecciones autonómicas andaluzas perdiendo casi medio millón de votos, Adelante Andalucía no ha sabido recoger ni una de esas papeletas. La suma de Podemos e IU ha perdido otros 300.000 apoyos en las urnas.
La desmovilización de las izquierdas ha coincidido con el ejercicio del poder en la Moncloa por parte de Pedro Sánchez, de la mano de Iglesias y apoyados en los separatistas catalanes. Hay muchos analistas que han señalado que el rechazo de los electores a ese blanqueamiento de los presuntos golpistas ha sido la causa de tan inmensa abstención.
Errejón admite que la imagen de «una compañera» de En Comú Podem, Àngels Martínez, retirando banderas de España de los asientos del Parlament abandonados por los diputados constitucionalistas en las sesiones que aprobaban las llamadas leyes de desconexión hizo mucho daño. «No nos gustó a ninguno en la dirección del partido». Y reconoce que «puede que haya conexión entre aquello y los resultados en Andalucía».
El argumentario de la formación morada indica que se puede pronunciar la palabra «patria», pero que para ellos significa «derechos sociales» y no «ondear la bandera más grande». Errejón se sube a ese conjunto de frases, pero lo hace añadiendo elementos identitarios que lo alejan del discurso oficial. «Nosotros no hacemos política para una parte, sino para todos, para los que más lo necesitan, ése es el camino para unir pueblo y nación».
El caso es que en los actos de Podemos se pueden ver decenas de banderas republicanas, y las de la comunidad autónoma en la que se celebre el mitin o la manifestación. Pero no la de España, ¿por qué? «En España hay regiones donde conviven diferentes sentimientos nacionales», explica, «y a eso uno puede responder como el PP, siendo un incendiario en Cataluña para sacar votos en otros sitios, o asumiendo que somos diversos como condición para construir una concepción nacional».
¿Y qué pegamento propone Errejón para vascos nacionalistas, catalanes separatistas, gallegos en marea y demás familias? «La voluntad de cuidarnos porque juntos, como pueblo, tenemos más capacidad de mejores leyes para llegar a la igualdad y la justicia social… ésa es nuestra bandera, ¡y hay que unirlas! Si no se unen, cualquiera de las dos estará coja».
«El orgullo de país hay que decirlo más»
En las últimas semanas ha estallado la polémica sobre el sketch del humorista Dani Mateo sonándose los mocos con la bandera de España. Errejón tiene claro que este asunto se encuadra dentro de la «ofensiva contra las libertades que sufre España a partir del Gobierno del PP» y abomina de «la barbaridad de imputarlo por hacer risas». Pero al mismo tiempo, el cabeza de lista de Podemos para la Comunidad de Madrid sabe qué terreno pisa, el de la apropiación de los símbolos por parte de la derecha… con la complicidad de la izquierda, lo que él quiere evitar: «No siempre es lo más fácil, pero es un irresponsable el que les dé las banderas y símbolos a los reaccionarios».
«Tenemos que reflexionar, porque eso ha ofendido a mucha gente», apunta. Y apuesta claramente por lo que él llama «unir, integrar, acoger» para que desde Podemos y otras sensibilidades de izquierda no se use la bandera republicana en confrontación con la constitucional: «No debemos hacer elegir a la gente entre sentimientos sociales y nacionales».
El plan de Errejón suena a reacción ante la irrupción de Vox, en cuyos mítines se ven cien banderas de España por cada una del color verde del partido. Pero es en realidad una reflexión que nace mucho antes, muy elaborada y con intención de permanecer.
Cree Errejón que hoy en día «el orgullo de país» no lo estamos utilizando -ni derechas ni izquierdas- para cuidarnos, sino para echárnoslo a la cara. «Y el orgullo de país hay que decirlo más, más desacomplejados y más claros». Y, como conclusión a estas reflexiones, apunta: «Yo les pediría a los conservadores que ayuden a eso… La derecha tiene que entender que no puede seguir construyendo la identidad nacional contra la mitad del país».