El 2-D pondrá a prueba la fortaleza del PSOE en el único territorio que ha gobernado sin interrupción desde las primeras elecciones autonómicas, en 1982. La combinación de tradición electoral, la fortaleza y ubicuidad del partido y el liderazgo de sus sucesivos referentes explica por qué el PSOE volverá a ganar, según los expertos, en una batalla donde lo interesante no será ver si gana o pierde, sino cuánto apoyo se deja por el camino.
«Es muy complicado que exista una situación de competición abierta que facilite un cambio», dice Óscar Luengo, profesor de la Facultad de Políticas de la Universidad de Granada donde opera el Centro de Análisis Electoral de Andalucía.
¿Qué explica la hegemonía?
Entre los factores que explican la hegemonía del PSOE en Andalucía figura uno primero en el tiempo que tiene que ver con la percepción que existía hace décadas de que el franquismo maltrató especialmente este territorio y sólo con la llegada de los socialistas Andalucía empezó a recuperarse. Eran los primeros tiempos del PSOE en la Junta y sobre todo del sevillano Felipe González en La Moncloa, un factor que desde el PP hasta Podemos se ve como determinante. Después, el PSOE ha mantenido liderazgos que, más o menos fuertes, siempre han sido superiores con repecto a sus adversarios. Hoy, la presidenta, Susana Díaz, ha pedido que la dejen sola mientras que los líderes del PP y Cs prácticamente se han mudado para hacer campaña con sus candidatos. La creencia de que el PSOE mejoró la situación en Andalucía se forjó en las primera generaciones de votantes y la siguientes la heredaron. Votar socialista es casi una tradición.
«Es un pueblo muy conservador», afirma Luis Arroyo, experto electoral cercano al PSOE. Y «menos promiscuo» electoralmente, añade Luengo, en el sentido de que rechaza pasarse a otros partidos. Esta tendencia se ve sobre todo en las zonas rurales que, a diferencia de otras partes de España, siguen estando muy pobladas. Allí el peso socialista es más palpable.
«Vemos muy claro que en lugares donde hay alcaldías de IU las autonómicas mayoritariamente las gana el PSOE», explica Alberto Montero, diputado de Podemos en el Congreso por Málaga.
Una cuestión de «arquetipos»
También ayuda al PSOE que se mantengan ciertos «arquetipos» que, según Arroyo, siguen existiendo, relacionados con el discurso en favor de los «desfavorecidos» y la percepción del subsidio agrario, el PER, así como el que ilustra al político del PP como un «señorito». «Pero son falsos» asegura José Ignacio Landaluce, que encadena tres mayorías absolutas para el PP como alcalde de Algeciras.
Landaluce da su explicación de por qué el PSOE gana siempre en Andalucía: «Empezó con líderes fuerte, sobre todo con Felipe González, y ha creado una ilusión mantenida». Y añade otro factor en el que coinciden todos los consultados. La extensa red creada durante décadas por el partido regional, asegura Arroyo, más cohesionado de todo el PSOE. «Están implicados en todas las capas de la sociedad, en consejos escolares, sindicatos, asociaciones vecinales, todo», dice Landaluce. Montero añade que esto explica el «temor a perder empleos o la subvención».