El concejal de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente, ha informado del inicio de un tratamiento ecológico y biológico para el control del picudo rojo que afecta a las especies de las palmeras Canariense y Dactylifera de la ciudad.
De la Fuente ha explicado que estas acciones, «que son ecológicas y biológicas y no tienen ninguna repercusión sobre las personas, los animales y el medio ambiente», consisten en la aplicación de un nematodo endopatógeno a la zona foliar y una aplicación de un hongo que produce un efecto fitofortificante en las raíces aéreas en base.
La forma de actuar del nematodo en la palmera es localizando a los adultos y las larvas del Picudo rojo, los parasita y se reproduce dentro de ellos matándolos. El nematodo vivirá en la palmera mientras haya picudo y una vez terminado con todos permanecerá 60 días más. Por otro lado, el hongo denominado Beauveria bassiana cepa 203 actúa como un fitofortificante estimulando las defensas naturales de la propia palmera, en estos momentos, a nivel internacional, se está estudiando la acción directa que tiene sobre el insecto.
A la vez que se realiza este tratamiento se registra el estado inicial de los ejemplares que es del que van a partir todos los tratamientos que van a ser aplicados por la nueva concesionaria del servicio de limpieza y mantenimiento de Parques y Jardines, Acciona, y un inventario con las características requeridas para adecuar las siguientes acciones. El concejal ha valorado «esta apuesta por innovar y actualizar la gestión del patrimonio de palmeras rompiendo con la línea de acción anterior que respondía a un tratamiento más agresivo».
Seguido a este método se realizará un anillo de trampeo en toda la ciudad para conseguir monitorear los vuelos de los Rhynchophorus ferrugineus para obtener datos de los momentos de mayor presencia y zonas por donde entra. Se colocarán trampas con feromonas, distribuidas siempre retiradas de las palmeras y teniendo en cuenta la dirección de los vientos que llegan a Cádiz. Las feromonas son atrayentes naturales para estos insectos, tienen una liberación paulatina durante 90 días. Cada 15 días se hará un conteo de adultos identificando machos y hembras y los lugares de mayor presencia.
En paralelo al trampeo se ubicarán sensores sísmicos de detección precoz del Picudo rojo en las palmeras más emblemáticas de la Ciudad de Cádiz. Esto consiste en situar un sensor por palmera, detectará la mordedura del insecto o larva en cualquiera de sus estadios y mandará una fotografía satélite al receptor de Acciona indicando que está infectada. Al tener información individualizada de cada ejemplar permitirá un tratamiento más efectivo y localizado
Con toda la información recogida se irán planificando las siguientes acciones con el nematodo y el hongo. Se estima que después de estos primeros meses de reconocimiento y actualización estará todo establecido para principios del 2019