La artista linense Maral Ríos inaugurará el próximo jueves, día 25 de octubre (19:00 horas), la exposición de sus últimas obras, titulada Salitre, en la galería de arte Baluarte de San Roque, gestionada por la Sociedad Municipal Cádiz 2012.
Se trata de una serie de pinturas inspiradas en el mar, que ha rodeado la vida personal, social y profesional de la artista. Con títulos tan sugerentes como Alborán, Kamakura, Marejada o Trafalgar, Maral Ríos traslada al espectador a la contemplación de ese universo marítimo que va siempre con ella y es su fuente de inspiración constante.
La autora traduce la repetida línea horizontal de la mayoría de sus obras como «el camino que todos queremos tener como prueba de lo que anhelamos, el ordenamiento de nuestras vidas, nuestros proyectos y ambiciones, pasiones y metas», explica. Usando técnicas mixtas, arriesgando, experimentando con pinturas acrílicas pero también pintando al óleo, Maral trabaja las texturas y los colores, que son también los que definen sus diferentes etapas.
Su relación con el mar va más allá del día en el que nació, una jornada de intenso levante, en el que el perfume a salitre embriagaba las calles de su ciudad, La Línea de la Concepción, frontera entre el Atlántico y el Mediterráneo. Toda una ventaja a la hora de buscar inspiración. A los seis años, Maral Ríos ya poseía su propio cuaderno de dibujo y recortes, porque vivió en una casa donde los caballetes eran parte del mobiliario familiar.
Pintaba en paredes, pasillos y todo lo que tenía al alcance y ya desde tan pequeña experimentaba con objetos y materiales, creando murales de mantequilla, recortes de cortinas y puertas con alas, debido a su gran curiosidad artística.
Por circunstancias personales, su vida cambió el rumbo, embarcándose en esta travesía de necesidad expresiva a través de la pintura para exteriorizar esos mares internos que viven dentro de ella.
De esa comunicación interior entre la artista y la mujer nacen estas obras reunidas bajo el título ‘Salitre’ y con la presencia del mar, casi ineludible, fundiéndose ahora con el paisaje de esta galería de arte Baluarte de San Roque, en la ciudad de Cádiz.