Arqueólogos han encontrado evidencia de perros que viajaron con los humanos cuando migraron del Cercano Oriente a Europa y posteriormente se aparearon con los perros que ya vivían allí.
Para aprender más sobre la historia de la domesticación de perros, los investigadores estudiaron 100 secuencias mitocondriales obtenidas de restos de perros antiguos encontrados tanto en el Cercano Oriente como en Europa.
Usaron la información genética que encontraron para rastrear el linaje de los perros desde el Paleolítico Superior hasta la Edad de Bronce. Los resultados se han publicado en la revista ‘Biology Letters’.
Investigaciones anteriores también han demostrado que la agricultura comenzó en el Medio Oriente en un área conocida como la Media Luna Fértil. Algunas de las personas de esa época dejaron de ser cazadores-recolectores y comenzaron a domesticar animales y cultivar sus propios alimentos.
Hace aproximadamente 9.000 años, algunos de los granjeros del Cercano Oriente comenzaron a migrar a Europa y Asia, llevando con ellos muestras de cultivos que querían cultivar, como el trigo y la cebada, y también una gran cantidad de animales domesticados como ovejas, cabras y perros.
Los investigadores pudieron rastrear el camino de los perros que migraron hacia el sureste de Europa junto con sus compañeros humanos. Una vez allí, según la evidencia, los perros comenzaron a mezclarse con las poblaciones locales de perros. Sugieren que dicha evidencia muestra que los perros fueron parte integral de la asociación entre granjeros y perros durante las etapas más tempranas del desarrollo agrícola, probablemente sirviendo como asistentes de pastoreo.
Los investigadores notaron que también encontraron que el linaje de perros europeos estaba muy diluido incluso antes de que los perros del Cercano Oriente se abrieran camino hacia el oeste y el norte de Europa.