lunes, 5 junio, 2023 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎

Ganaron las Seis Horas de Spa, las 24 Horas de Le Mans y fueron descalificados junto al otro Toyota tras vencer en las Seis Horas de Silverstone. Fernando Alonso y sus compañeros Kazuki Nakajima y Sebastian Buemi siguen líderes del Mundial de resistencia, con Toyota, pero no pudieron esta vez con la segunda tripulación de Toyota compuesta por Kamui Kobayashi, Mike Conway y José María López. Después de tres carreras por delante, el coche número 7 se impuso en las Seis Horas de Fuji. La neutralización por dos coches de seguridad hizo perder al coche de Alonso, que, finalmente, acabó en segunda posición, 40 segundos vitales que se habían labrado en una gran primera hora bajo la lluvia. Y después, ya sobre asfalto seco, el coche de Alonso mostró un subviraje que imposibilitó la lucha frente a sus “hermanos”.

A falta de dos horas y 32 minutos, Alonso se subió por primera y única vez al Toyota número 8 con una desventaja de 17 segundos. El equipo adelantó el relevo del asturiano casi media hora a tenor del tiempo que Mike Conway, con el número Toyota número 7, estaba colocando a Sebastian Buemi. “Con neumático nuevo va bien, pero cuando se va degradando, tiene excesivo subviraje”, explicó Buemi al bajarse del coche para explicar el medio minuto perdido en su relevo.

Alonso confirmó por radio el problema tras dos vueltas: “El coche tiene muchísimo subviraje”. La carrera se ponía cuesta arriba sobre un asfalto seco. Nada que ver con la primera hora de prueba en que la Nakajima había podido aventajar al Toyota número 7 pilotado por Kobayashi en más de 40 segundos. La lluvia había propiciado esa diferencia pero la entrada de dos coches de seguridad de forma consecutiva, redujeron la diferencia a cero, justo antes de que el segundo relevo, con el cara a cara entre Conway y Buemi, diera ventaja al coche numero ocho.

A pesar del subviraje, Alonso se las apañó para mantener más o menos la desventaja con Conway y frenar la sangría de segundos que Buemi se metió en la mochila, cuando a falta de dos horas y tres minutos, Conway dejo su sitio a José María López para el relevo final frente a Alonso. Pero el tremendo subviraje en el coche del asturiano se multiplicaba tras las primeras vueltas del neumático, así que la diferencia se fue a más de 20 segundos a falta de hora y media de carrera. Los mensajes por radio fueron muy claros para Alonso: “No arriesgues”, le insistieron cuando intentaba serpentear entre los doblados. Las órdenes de equipo eran claras y el equipo optó por bajar a Alonso del coche y subir a Nakajima en el tramo final.

Los comentarios de Alonso
“No hemos tenido nada de suerte con la neutralización de la carrera, perdimos más de un minuto, pero, bueno, ya sabemos que estas cosas pasan”, explicó Fernando Alonso, que dio por bueno el fin de semana tras el que su equipo sigue liderando el Mundial, por 13 puntos respecto al segundo Toyota y, después de aumentar la ventaja sobre el tercero, el Rebellion. “Llevamos haciendo las cosas bien en todas las carreras de la temporada. Siempre se habla del dominio de Toyota, pero Rebellion y SMP hacían los mismos tiempos que nosotros cuando tenían una vuelta limpia y eso resulta un poco injusto para Toyota que ha invertido 10 años de desarrollo en el coche, mientras los privados suman seis meses”.

Alonso insiste en que después de seis horas de carrera, el resultado es más holgado, pero los tiempos por vuelta son similares al principio, y la diferencia final se debe a una “ejecución perfecta de las carreras, sin fallo alguno”. Después de la neutralización que se llevó por delante toda la ventaja del coche de de Alonso sobre sus compañeros de Toyota, “no teníamos su ritmo, así que hay que felicitarles y esperar que en la siguiente carrera podamos encontrar mejor set up, porque el de esta carrera ha sido una cuestión de reglajes”.

El asturiano no ve peligrar el liderato en el Mundial de Resistencia y cree que “podemos permitirnos varios segundos puestos más”, gracias a que ganaron en Le Mans con puntuación doble, una carrera que cerrará la temporada del Mundial, de nuevo, con doble puntuación. “No éramos los más rápidos en esta ocasión y solo se nos escapó la victoria por mala suerte por la intervencón del coche de seguridad, así que cuando seamos más rápidos no debemos tener problemas. De cuatro carreras, hemos ganado tres y en otra fuimos segundos, así que es para estar contentos”, asegura el asturiano, que completará la vuelta al mundo esta noche al poner rumbo a Texas, en Estados Unidos, desde Japón, a donde llegó una semana atrás desde España. Poco o nada le queda por hacer en las cuatro carreras que restan de temporada en F-1, con un equipo hundido y que ha volcado sus escasos recursos en el coche del año que viene. La próxima cita del mundial de resistencia será a mediados de noviembre, en Shanghai.