Un niño de dos años murió en Lille, Francia al tragarse la pila de un ‘spinner’. El pequeño rompió el juguete e ingirió las pilas. En un principio, se quejó de un dolor de muelas y estuvo varios días con dificultades respiratorias. Los padres llevaron al pequeño al hospital y descubrieron que se había comido las pilas de litio del juguete, que estaba roto en su casa.
Tras estar hospitalizado durante varios días, el niño falleció finalmente debido a las lesiones irreversibles que la pila le provocó en el esófago. El niño estaba jugando con unos amigos más mayores, pero nadie se dio cuenta de que el niño se había tragado una pila hasta que no tuvo dificultades para respirar.