Un menor de once años fallecía este domingo después de que se rompiera una puerta de cristal de su casa mientras jugaba con su hermano, de diez años, y resultara herido de gravedad.
Los niños estaban solos en casa, ya que sus padres habían salido un momento para recoger la comida que habían encargado a un establecimiento cercano, según recoge El Levante EMV.
Los hermanos estaban jugando persiguiéndose cuando tropezaron accidentalmente y se dieron contra la puerta, que se rompió con el golpe y los cristales se clavaron en el estómago del hermano mayor, seccionándole al menos un vaso sanguíneo de gran tamaño.
Al hermano pequeño sólo le cayeron cristales en un brazo y al ver la gran hemorragia de su hermano salió corriendo a la calle a pedir ayuda, siendo su padre quien le escuchó y llamó al 112. Agentes de la Policía Nacional, siempre de acuerdo al citado diario, taponaron la herida y le realizaron las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar, ya que el pequeño había entrado en parada.
Instantes después llegó el SAMU, que logró estabilizar el pequeño y llevado al Hospital La Fe de Valencia, donde minutos después de su ingreso fallecía sin que los médicos pudieran hacer nada por volver a reanimarle.