La moción de censura presentada el pasado viernes por el PSOE contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que busca investir al secretario general socialista, Pedro Sánchez, como nuevo presidente, se debatirá el jueves y el viernes de esta semana, según ha comunicado la presidenta del Congreso, Ana Pastor, al candidato.
El artículo 177.4 del Reglamento del Congreso establece que la moción no podrá llevarse a votación hasta pasados cinco días de su presentación en el Registro de la Cámara. Un plazo que permite que la moción se debata ya esta misma semana.
Proceso de tramitación
El órgano de gobierno de la Cámara abrirá un plazo de dos días siguientes para dar la oportunidad de presentar mociones con candidatos alternativos, para las que se exigen los mismos requisitos y que, en su caso, se debatirán conjuntamente.
Tres días después de que el PSOE presentara una moción de censura a Rajoy en el Congreso, el Comité Federal avalará hoy esa decisión previsiblemente por unanimidad, según han avanzado los dirigentes territoriales del partido, cuyo líder, Pedro Sánchez, se ha comprometido a no negociar «con nadie».
Los socialistas reunirán por la tarde al Comité Federal, una vez que la Mesa del Congreso haya iniciado la tramitación, en un encuentro al que se prevé que asistan prácticamente todos los dirigentes territoriales. «Nadie se va a oponer», aseguran a Efe fuentes del PSOE andaluz, para quienes, una vez que la moción ya está presentada, «no hay nada que decir» ni que «buscar matices».
El hecho de que Sánchez ordenara el pasado viernes presentar la moción antes de debatir el asunto en los órganos del partido -para que Rajoy no pudiera convocar elecciones- y de consultar con todos los presidentes autonómicos ha incomodado a algunos, si bien hoy ninguno se opondrá.
Como ya hicieron en diciembre de 2015, los «barones» que se enfrentaron a Sánchez en las primarias podrían pedirle hoy que, para sacar adelante la moción, no negocie ningún acuerdo que ponga en peligro la integridad territorial de España, algo que el líder del PSOE ya ha prometido que no hará.
Apoyos que necesita Sánchez
Pedro Sánchez ha hecho un llamamiento a todos los diputados del Congreso, incluyendo a los de partidos independentistas. De entrada, tiene asegurado el apoyo sin condiciones de los 67 diputados de Unidos Podemos, y de los cuatro de Compromís, con lo que cuenta con 155 votos. Se da también por seguro el voto de Nueva Canarias, socio electoral del PSOE que aporta un diputado y que, eso sí, no quiere que se alteren los acuerdos que llegó con el Gobierno de Rajoy para los Presupuestos.
A partir de ahí, y una vez que Ciudadanos se ha desmarcado de la moción de censura, el PSOE necesita asegurar el apoyo de los independentistas catalanes de ERC y del PDeCAT, que suman 17 votos y que exigen respeto para su presidente de la Generalitat, Quim Torra, y al final todo dependerá del PNV, cuyos cinco votos ya fueron determinantes para que Rajoy sacara adelante sus presupuestos.
¿Cómo se estructura el debate de la moción de censura?
El debate de la moción de censura, según el Reglamento de la Cámara, se inicia con la defensa de la propuesta, sin límite de tiempo, por parte de uno de los diputados que firman la iniciativa, y, a continuación, también sin límite de tiempo, podrá intervenir el candidato a la Presidencia propuesto en la moción para que exponga el programa político de su hipotético Gobierno. Aunque Pedro Sánchez no es diputado, nada impide que pueda ser candidato a la Presidencia del Gobierno.
Tras el correspondiente receso que decida la Presidencia de la Cámara, será el turno de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, que contarán con treinta minutos para intervenir y diez minutos de réplica.
Una vez debatida la moción, se procederá a su votación y, en caso de reunir al menos 176 votos necesarios para ser aprobada, la Presidencia del Congreso deberá comunicarlo inmediatamente al Rey y al presidente del Gobierno, puesto que el candidato a presidente se entenderá que ha recibido la confianza de la Cámara.
En caso de que la moción fuese rechazada, los firmantes de la misma no podrán firmar otra durante el mismo período de sesiones, según establece la Constitución, por lo que, en ese escenario, los diputados del PSOE no podrían volver a plantear otra moción hasta septiembre.