domingo, 10 diciembre, 2023 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎

La violencia contra las mujeres u hombres no es exclusiva de ninguna de las sociedades del mundo, sin distinción de posición económica, raza o cultura.

En todo el mundo, la violencia o las amenazas, verbales o en redes sociales, impiden a las mujeres u hombres, ejercer sus derechos humanos y disfrutar de ellos.

Los maltratadores/as someten a sus compañeros/as a un desgaste psicológico tal que ellos/as llegan a creer que tienen lo que se merecen, que todo es culpa suyo/a y nunca nadie, que no sea su torturador, las va a querer.

Esos hombres o mujeres, que no necesitan pegar, alejan a sus compañeros/as de todas las personas que las quieren, las enfrentan a su familia, a su gente, a sus hijos,… encontrando argumentos para desprestigiar y espantar a cualquiera que pueda querer a su «presa».

Cuando un matrimonio termina no se debe nunca utilizar a los niños para maltratar a una ex pareja. Los niños sufren, los niños son esponja en su infancia.

Lo bonito es ayudar a ese niño que tenga una infancia sublime, una infancia que lo recuerde como algo de lo más bonito en su vida, aunque tenga unos padres separados y se lleven como unos buenos amigos y sean mejores padres.

¡NO AL MALTRATO! La vida es algo tan bonito que nos da la suerte de ser padres y tener la magia de la infancia de nuestros hijos. Y que las ex parejas hagan lo posible de construir la felicidad en vez de atacar.

Si te sientes atacado/a por violencia física, redes sociales, acoso verbal o no tratan bien a tu hijo… Si es tu caso, no lo permitas. Denúncialo. Da igual si eres hombre o mujer, nadie somos más que nadie, y ningún hijo debe ver como un padre o una madre llegan a esos extremos.

Un hombre o mujer que maltrata, no es un buen padre o una buena madre. El vínculo que te une a una verdadera familia no es de sangre, sino de respeto y alegría por la vida de otro.